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Los cigarrillos electrónicos y el tabaco convencional son una fuente potencial de e-basura

La contaminación por metales pesados ha aumentado en los últimos diez años debido al desarrollo y uso de dispositivos como tabletas, móviles, ordenadores, fotocopiadoras y pilas recargables.

15/09/2020

Los cigarrillos electrónicos, y no solo el tabaco convencional, son una fuente potencial de e-basura, nuevos elementos tóxicos que ensucian la tierra, según un editorial publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), firmado por los doctores José Ignacio de ...

Los cigarrillos electrónicos, y no solo el tabaco convencional, son una fuente potencial de e-basura, nuevos elementos tóxicos que ensucian la tierra, según un editorial publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), firmado por los doctores José Ignacio de Granda-Orive y Cristina García-Quero, ambos neumólogos y miembros de SEPAR. Entre estos contaminantes figuran los metales pesados, incluidos los elementos de tierras raras, conocidos en inglés como Rare Earth Elements (REE), y otros elementos menores.

El editorial publicado en Archivos de Bronconeumología advierte de que la contaminación por metales pesados ha aumentado en la última década, debido al desarrollo, uso y consumo de dispositivos tecnológicos y electrónicos como tabletas, smartphones, ordenadores, fotocopiadoras, teléfonos o pilas recargables, entre otros, lo que constituye un nuevo riesgo de salud y ocupacional. A todos estos dispositivos se suman ahora los cigarrillos electrónicos o ecigarrillos como otra fuente potencial de e-basura.

Los autores concluyen que "es necesario desarrollar trabajos amplios en los que se determine el efecto de estos elementos en la salud humana y demandamos a nivel gubernamental global que sea obligatorio adoptar estrategias múltiples a todos los niveles para la gestión de esta e-basura".

Algunos metales pesados son necesarios para la vida, pero muchos no lo son, sino que son tóxicos incluso a bajas concentraciones, como el arsénico, el cadmio, el cromo, el plomo y el mercurio. Además, hay otros componentes que, a altas concentraciones, son nocivos para la salud humana y que se encuentran presentes en los productos del tabaco, como consecuencia de la salud ambiental.

Se estima que el humo de los cigarrillos convencionales contiene 5.000 componentes químicos. Entre ellos, se ha identificado que hay hasta 98 componentes tóxicos inhalados que se han relacionado con enfermedades cancerígenas, cardiovasculares y respiratorias.

En la lista de 275 contaminantes prioritarios de la Agency for Toxic Substances and Disease Registry (ATSDR) que producen efectos adversos sobre la salud de los humanos, se han identificado un total de 23 metales pesados que se encuentran en el humo del tabaco debido a la contaminación del medio ambiente, entre los que figuran los REE, debido a que estos contaminantes se acumulan en los suelos donde se cultivan las plantas de tabaco, advierte el editorial.

Los REE son metales que incluyen el escandio, el itrio y 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio), que ocasionan la denominada e-basura.

El editorial es claro. Recuerda que "la agricultura del tabaco presenta ciertas características que la hacen más susceptible a acumular tóxicos", concluye que "el consumo de cigarrillos e, incluso, de cigarrillos electrónicos (CE) representa una fuente de exposición a elementos que son considerados como contaminantes emergentes y que han sido denominados REE" y destaca con contundencia que "la evidencia existente hasta el momento sobre el acúmulo de estos metales en los cigarrillos y CE es incuestionable".

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