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La tecnología como oportunidad para un mejor proceso de diagnóstico del cáncer de próstata

Hay un cambio importantísimo de paradigma a la hora de abordar el diagnóstico del cáncer de próstata. La utilización de Resonancia Magnética (RM) con UroNav, navegador urológico de máxima precisión de Philips, reduce los tiempos en el diagnóstico, evita repetición de biopsias fallidas y facilita la vigilancia de la enfermedad en caso de acordar con el paciente el retraso de la terapia. Un nuevo abordaje colaborativo entre Urología y Radiología.

28/07/2020

El cáncer de próstata es el de mayor prevalencia en varo­nes en España, con cifras muy similares al de mama en mujeres. Según datos del Observatorio del cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en nuestro país se diagnosticaron 32.468 nuevos casos de cáncer de próstata (141 nuevos ...

El cáncer de próstata es el de mayor prevalencia en varo­nes en España, con cifras muy similares al de mama en mujeres. Según datos del Observatorio del cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en nuestro país se diagnosticaron 32.468 nuevos casos de cáncer de próstata (141 nuevos casos detectados por cada 100.000 hombres) y 5.969 personas fallecieron por esta causa (26 difuntos por cada 100.000 habitantes) en 2019. Hablamos con Ignacio López, Director de RRII de Philips Ibérica, de cómo la tecnología médica, como la de su empresa, supone "una oportunidad clarísima de ayudar de una forma sencilla a realizar un proceso mejor", sobre todo en la parte del diagnóstico del cáncer de próstata.

Señala en primer lugar que hay una necesidad de involucrar al paciente, que éste es "uno de los ejemplos más claros de valor en salud". En ese sentido, "el valor es aquello que importa al paciente".

Destaca que, en los casos de cáncer de próstata menos agresivos, es la posibilidad de ganar en calidad de vida durante un período de tiempo, durante años, sin tener que meterse en una operación y sin sufrir efectos secundarios por la misma. "Es uno de los grandes retos que el sistema debería ofrecer, siempre y cuando el paciente quiera", afirma.

Recuerda que, ahora, muchos sistemas regionales de Salud apuestan por la humanización y una de las maneras es reducir la ansiedad y la incertidumbre de muchas personas con sospecha de cáncer de próstata hasta que el diagnóstico es definitivo, "a través de un proceso que está disponible". Requiere, de acuerdo con sus palabras, principalmente de la colaboración de dos especia­lidades, Urología y Radiología, "desde el punto de vista del nuevo paradigma, que es la imagen de resonancia". Con la resonancia, se puede dirigir con mucha precisión una biopsia para localizar el punto de tejido que permite decidir qué terapia llevar a cabo.

¿Cuáles son los últimos avances aportados por Philips en el campo del cáncer de próstata? Defiende que "hay un cambio importan­tísimo de paradigma a la hora de abordar el diagnóstico". Explica que "el urólogo ha utilizado los más altos niveles de sofisticación tecnológica en la terapia, como es el caso de la robótica". Considera que una de las tendencias de futuro es la robótica quirúrgica. Menciona que los robots Da Vinci se han empleado sobre todo en la operación de próstata para prevenir los efectos secundarios.

En muchas ocasiones, precisamente, se trata de prevenir efectos secundarios, que pueden tener un impacto relevante en la calidad de vida, porque la vida del paciente no corre especial riesgo.

"Este proceso lo lidera el urólogo, que, como especialidad quirúr­gica, ha alcanzado un alto grado de sofisticación. Tiene también mucho que ver con la habilidad y la experiencia. Donde tenemos un problema, como sistema sanitario, es al comienzo de la enfer­medad, en la identificación y detección lo más precoz posible del cáncer de próstata", reflexiona López. Durante 30 años, afirma, el único modelo que ha habido es el tacto rectal y el PSA. "Aunque éste es específico de la próstata, es poco específico del cáncer. Se han operado muchas próstatas de cáncer de próstata por tener PSA elevados, cuando era indolente y poco agresivo. Y se vio en los estudios posteriores, de anatomía patológica, que el paciente se habría muerto de otra cosa", puntualiza. Como este cáncer suele ser multifocal, lo que interesa en las biopsias, para tomar las mejores decisiones de tratamiento, es recoger muestras de la parte más agresiva, para que no haya un infradiagnóstico. En algunos casos, si es poco específico, hay que repetir la biopsia dos o tres veces. Como hay que esperar tres meses entre una y otra, se puede sumar hasta nueve meses de espera, "con una congoja tremenda para el paciente". Por ende, "reducir ese tiempo de espera sería de gran valor".

López propone, teniendo en cuenta además que en el Sistema público todo está muy verticalizado por servicios, facilitar un cambio organizacional colaborativo, sobre todo entre el urólogo y el radiólogo. Asegura que, con un navegador "conectado" con las máquinas de resonancia que ya se tienen, se puede hacer que el proceso de identificación del cáncer de próstata, desde la sospecha hasta el resultado de la biopsia, sea de 28 días, tal y como han implantado los ingleses en el Servicio Nacional de Salud (NHS, de sus siglas en inglés).

Asevera que, con la tecnología de Philips, los procesos de Radio­logía y Urología no se interfieren y son interoperables de manera automatizada. El tiempo del proceso queda solo en función de los profesionales. Sostiene que la resonancia magnética multipara­métrica de próstata es capaz de visualizar los cánceres agresivos, con un valor predictivo muy alto. Puede identificar la posición del tumor, en el volumen de la próstata, definir su estructura y tamaño, el nivel de agresividad y si hay varios focos. El radiólogo obtiene esta información de la RM y la pone a disposición del Urólogo para realizar la biopsia de manera guiada "tipo GPS" hacia las estructuras marcadas en la imagen. "Hay que alinearse muy bien, para la lectura y la identificación de la posición exacta, con un navegador de alta precisión", declara López. Philips cuenta con un navegador urológico de máxima precisión, el UroNav, que es el más extendido. Entrega precisión y facilita el proceso.

El equipo de consultores de Philips efectúa un análisis de la situa­ción de cada hospital, con el objetivo de optimizar las secuencias de la resonancia para reducir tiempos de adquisición. La idea es reducir los tiempos de elaboración de los informes de los radió­logos mediante la implantación de una estación de postproce­sado, con algoritmos que agilizan y guían el trabajo, que ayuda al diagnóstico radiológico de la resonancia multiparamétrica con un ahorro sustancial de tiempo.

El sistema automatiza el proceso de valoración de la próstata. La segmenta y hace la figura tridimensional de manera automática. Guía en lo que es la realización del informe de la gravedad y el urólogo recibe, a través de la red de información del hospital, con precisión los parámetros de ubicación, "el GPS de la posición del cáncer". Está automatizado y va por la red de información del hospital. El urólogo accede al navegador con el mapa cartográfico de la próstata, que le indica claramente dónde recoger las muestras a la hora de practicar una biopsia, fusionando automáticamente la imagen de guiado con la de RM. Como el urólogo recoge muestras guiado por el mapa cartográfico, se reduce el número de biopsias, por la eficiencia de la primera, y, por consiguiente, el plazo desde la sospecha hasta el diagnóstico. López insiste en que "es un proceso asistencial horizontal, que debe estar soportado por la dirección", y en el que "la tecnología facilita el flujo de trabajo de cada especialidad y evita duplicidad de pruebas". Hace que sea más fácil conseguir el diagnóstico a la primera.

Por otro lado, la monitorización y documentación exacta del lugar biopsiado abre una oportunidad en todo lo que se refiere a la vigilancia activa, cuando el cáncer no es muy agresivo. "Es monitorizar cómo evoluciona ese cáncer y, si se puede, retrasar cualquier tipo de actividad terapéutica para no perder calidad de vida", puntualiza López. Para este modelo, el paciente ha de estar informado de manera neutra y el seguimiento no ha de ser errático. Igualmente, puede suponer una oportunidad más adelante en el abordaje de la terapia focal.

En definitiva, este nuevo proceso representa un cambio de pa­radigma en el abordaje del diagnóstico del cáncer de próstata, ofreciendo un alto impacto en la experiencia del paciente y una mayor eficiencia en el proceso diagnóstico, como indican las nuevas guías de práctica clínica. Philips está poniendo un enfoque estratégico para el desarrollo y adaptación de los re­cursos estructurales disponibles en los centros que les permita adaptarse a la implantación de las nuevas Guías Clínicas, revi­sadas por la Asociación Europea de Urología en el año 2019. En esta empresa, piensan que la tecnología de imagen ha facilitado un cambio transcendental en el proceso diagnóstico del cáncer de próstata.

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