En 2019 el Hospital HLA Moncloa realizaba 162 in­tervenciones laparoscópica asistidas por el robot Da Vinci XI. "La especialidad de urología, y prin­cipalmente la cirugía de cáncer de próstata, es la más beneficiada" por esta técnica robótica. Así lo aseguran los responsables del Servicio de urología del hospital madrile­ño, Jesús Cisneros y Ángel Tabernero (Nº COLEGIADO: 282824555 Y 282847588), que fueron pioneros en la técnica de prostatectomía radical laparoscópica en España y que, desde que utilizan el robot, han mejorado mucho los resultados al conseguir que más del 85% de los pacientes operados contengan precozmente y más del 80% mantengan su potencia sexual.

El objetivo es que, después del trauma del diagnóstico, el paciente vuelva a su vida lo antes posible con la mayor posibilidad de curación y sin secuelas", indican Cisneros y Tabernero, que explican que el gran beneficio de esta técnica robótica en el caso del cáncer de próstata son precisamente los resultados funcionales que permite conseguir.

"La cirugía de cáncer de próstata no solo requiere como las demás cirugías de cáncer de resultados oncológicos, porque el primer objetivo que es la curación del pacien­te, sino que además requiere de resultados funcionales en continencia urinaria y en potencia sexual. El robot no mejora los resultados oncológicos sobre otras técnicas, como la cirugía abierta tradicional o la laparoscópica pura, pero sí los resultados funcionales, que no son poca cosa. Especialmente en la continencia precoz tras la retirada de la sonda que se pone en la cirugía y el mantenimiento de la potencia sexual", aseguran.

Precisión

La técnica robótica aparecía en la década pasada y, desde entonces, ha ido mejorando. De hecho, como indican los responsables del servicio de Urología, "las principales ventajas del último modelo, el Da Vinci XI, es que permite de modo senci­llo el uso por diferentes especialidades quirúrgicas, no solo por urología, así como un rápido y fácil acoplamiento (Docking) del aparato a los trocares colocados en el paciente".

Para el profesional, las ventajas del uso del robot frente a la laparoscopia son diversas. "Hay que pensar que la robótica es un paso más en la evolución de la laparoscopia para intentar conseguir la excelencia quirúrgica", matizan Cisneros y Tabernero, que entre esas ventajas mencionan, en primer lugar, la visión tridimensional frente a las dos dimensiones de la laparascopia, lo que facilita la cirugía. El robot también ofrece una máxima precisión para cualquier disección de tejidos y suturas en el pa­ciente, al "corregir, por ejemplo, cualquier tipo de temblor", y una mayor comodidad para el cirujano que "se traduce en beneficio para la precisión en la cirugía que se realiza".

Experiencia y técnica

En este sentido, según indican Cisneros y Tabernero, "se opera sentado cómodamente manejando una consola y el robot aplica la fuerza necesaria para los movimientos". A ello se suma, por último, que el robot permite acortar la curva de aprendizaje para una técnica quirúrgica en cirujanos principiantes. "Esto no quiere decir que el robot opere solo. Es muy importante la experiencia del cirujano, y más en determinadas técnicas como la cirugía de cáncer de próstata", puntualizan.

El robot Da Vinci también es útil en otras patologías. Cisneros y Tabernero explican que, en tumores renales candidatos a cirugías parciales -"puesto que vemos la ventaja sobre la lapa­roscopia en aquellos tumores renales grandes que precisan de quitar el riñón completo"- se mejora la disección del tumor y suturas. O en cáncer de vejiga cuyo tratamiento precise de cistectomía radical también por motivos similares a la cirugía de cáncer de próstata.

Todos los pacientes son susceptibles de beneficiarse de esta técnica, según indican ambos urólogos: "Aunque al paciente más joven se le mejoran los resultados tanto de continencia como potencia sexual, en los pacientes que ya padecen de entrada dis­función eréctil también se le mejora la continencia precoz y eso significa que a un paciente operado, que no precisa después de pañales o compresas, se le permite volver a su actividad normal lo antes posible y además olvidarse de su enfermedad lo antes posible".

La especialidad

La urología, añaden, se caracteriza por ser una especialidad "en continuo cambio y evolución" y, entre los avances más des­tacados de los últimos años, mencionan los "nuevos y menos agresivos" tratamientos quirúrgicos de la hiperplasia benigna de próstata, cuyas últimas técnicas están disponibles en el centro hospitalario en el que trabajan. En el campo médico, también destacan el avance que ha supuesto "en algunos de nuestros cánceres" el uso de la inmunoterapia.

Y, en el cáncer de próstata, destacan que "la biopsia fusión de la próstata a partir de resonancia magnética nuclear ha supuesto poder biopsiar lesiones de forma dirigida, aumentando el número de diagnósticos y, sobre todo, de los cánceres de próstata más agresivos para su pronto tratamiento".

En cuanto a los retos que aún tiene por delante la urología, recuerdan que, en España, segundo país en esperanza de vida, "cada vez será más necesaria la especialidad, ya que cada vez ten­dremos más pacientes y de más edad". Por ello, insisten en que "debemos intentar darles a nuestros mayores el tratamiento más eficiente y preciso posible para que puedan seguir disfrutando de una buena calidad de vida".

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