Para un mayor control de la epidemia de covid-19, y evitar así posibles rebrotes, es clave una mayor detección de los casos, cuanto antes. De hecho, desde las instituciones sanitarias, quieren que esa detección se produzca a las 24-48 horas, y no a los 15 días, como llevaba produciéndose hasta la fecha. En la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) consideran que, con óptica de la Atención Primaria, "la clave y por tanto el esfuerzo en todos los sentidos debería ir encaminado a detectar con absoluta inmediatez los nuevos casos para que de forma rápida se pongan mecanismos para su aislamiento y control". Así, explica su presidente, Salvador Tranche, que "esto pasa, sí o sí, por garantizar que el sistema sanitario tenga capacidad para detectar todos los casos, realizarles pruebas, aislarlos, tratarlos y estudiar todos los contactos". Por este motivo, "es imprescindible y prioritario que los profesionales de Atención Primaria tengan acceso completo a los recursos diagnósticos para Covid-19, integrándose en la cartera de servicios de Atención Primaria", explica Tranche, y reitera que, "por tanto, el esfuerzo económico en recursos y medios debería implantarse en Atención Primaria".

En cuanto a la desescalada, Salvador Tranque considera indispensable resaltar que "debe comprender la visión comunitaria". Una visión que, a su parecer, "tal vez, fue la pata más débil en la detección de los primeros casos".

En lo que se refiere a la gestión del Sistema Nacional de Salud, desde semFYC perciben que en el modelo que contempla la Administración "se sigue contemplando la Atención Primaria como un servicio accesorio y complementario". Una percepción lejos de la realidad: "En esta fase, la fortaleza de la Atención Primaria estriba en que atiende a una población concreta en un ámbito geográfico limitado, cerrado".

Papel crucial

"La Atención Primaria ha jugado un papel crucial en la gestión de la epidemia de covid-19", asegura Salvador Tranche, quien explica que lo ha hecho a través de "la contención y la resolución de más de un millón de cuadros covid-19, que no han sido derivados al circuito hospitalario".

Así, recalca Salvador Tranche que la "Atención Primaria el dispositivo de salud que, en todo el territorio español, ha contenido la mayor parte de cuadros clínicos de covid-19 que se estaban registrando, llegando a representar un volumen de personas afectadas de hasta un 3% de la población total, y aportando al SNS un mecanismo de gestión estructural que ha permitido al ámbito hospitalario cubrir satisfactoriamente la punta de casos críticos". Asegura el presidente de semFYC que "sin la actuación de la Atención Primaria, el sistema hospitalario habría sucumbido a la punta de presión de cuadros leves y moderados y a la demanda asistencial de patologías no demorables".

La falta de control en el ámbito comunitario es uno de los principales motivos por los que la pandemia creció tan rápido en nuestro país, a diferencia de otros. "Respondimos tarde en las medidas generales, respondimos mal centralizando la respuesta sin dar las herramientas a la Atención Primaria, lo que unido a que se trata de una enfermedad nueva y de alta contagiosidad facilitó su crecimiento exponencial y el riesgo de debacle de las camas de UCI y hospitalización", comenta Salvador Tranche, y añade: "Esto no puede volver a ocurrir".

Salvador Tranche considera que es el momento de incorporar recursos en Atención Primaria "no sólo para dar respuesta a los pacientes con covid-19, sino también a lo crónicos en una paulatina incorporación a la nueva normalidad (que será diferente a la anterior)". Para ello, se necesitan recursos humanos, adecuación de los centros de salud (espacios, circuitos...) y medios tecnológicos (adecuación de los sistemas informáticos, de los sistemas de información...) "Todos los médicos de familia y los equipos de Atención Primaria deben tener información inmediata y rigurosa de sus pacientes infectados. Es indiscutible que debemos disponer de las pruebas diagnósticas que se necesiten. Si esto no es así, el documento es papel mojado".

Para concluir, añade Salvador Tranche, "cabe señalar que no es posible mantener el gasto sanitario hospitalario `por si acaso´. El % de PIB que se iba a destinar a salud en los nuevos presupuestos iba a ser del 7%. Con ese PIB únicamente mejorábamos parcialmente el deterioro que se había producido desde los años 2008-2009 hasta la actualidad. Con la pandemia, el gasto sanitario ha crecido de forma sustancial, mantener ese gasto `por si acaso´ es inviable e ineficiente".