No hay ninguna duda de que la desescalada, que ha comenzado este lunes, tiene en la Atención Primaria uno de sus ejes principales, sino el que más. Por lo menos, así lo han anunciado desde el gobierno, tanto Pedro Sánchez como Salvador Illa. Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), su presidente, Antonio Fernández-Pro Ledesma, nos explica que "de manera inexcusable para abordar esta nueva etapa es necesario dar un mayor peso y recursos a la Atención Primaria, al mismo tiempo que se protege a sus profesionales".

Para ello, Fernández-Pro Ledesma considera "fundamental disponer de medios diagnósticos suficientes y necesarios (test rápidos, RX, etc.) y capacidad de seguimiento y diagnóstico a los contactos y aislamiento de los mismos". Otro aspecto que considera indispensable es "disponer de estos test rápidos de doble banda para su realización a todos los sanitarios de Atención Primaria, sin las restricciones que existen actualmente, para conseguir que todo el personal que atienda a los pacientes esté libre de enfermedad y no actúe como vector de transmisión". Asimismo, desde la SEMG también consideran que "es prioritario dotar a los profesionales de Atención Primaria de medidas de protección eficaces, como las que describe en sus procedimientos el Ministerio de Sanidad".

Por otra parte, la gestión de los grupos de riesgo, en lo que se refiere sobre todo a las residencias de ancianos, "debe ser fundamental y recaerá también en los profesionales de Atención Primaria".

Preocupaciones

Pese a que ya hemos empezado el proceso para llegar a la "nueva normalidad", todavía hay ciertos temas que preocupan a los especialistas. En el caso de la SEMG, su presidente nos asegura que "lo que más nos sigue preocupando a día de hoy es el control de las medidas de seguridad con que cuentan los profesionales". Aunque asegura que han mejorado en los últimos días y semanas, hay que estar prevenidos ante la posibilidad de nuevos repuntes o casos. "No podemos transmitir en ningún momento actitudes de relajamiento de medidas: ya son más de 37.000 los profesionales sanitarios (a fecha 27 de abril) que han dado positivo por coronavirus Covid-19 desde el inicio de la crisis". Además, "se estima que al menos 39 profesionales de la Medicina han perdido la vida hasta la fecha por haberse contagiado mientras trabajaba, gran parte de ellos de Atención Primaria".

"Dentro de todo este contexto -asegura Fernández-Pro Ledesma-, la ciudadanía tiene mucho que decir, la disciplina social es fundamental". De hecho, el presidente de la SEMG considera que hay que "elogiar la gran disciplina ciudadana".

De la escalada, en SEMG creen que "no cabe ninguna duda que independientemente de cualquier planteamiento, debe ser progresiva, por sectores, en algún momento asimétrica y tremendamente cauta para dar respuesta a la necesidad de recuperar la "nueva normalidad", bien digo nueva normalidad, porque pasará bastante tiempo para volver a la situación pre Covid-19", y reiteran: "Toda la organización de esta desescalada debe pasar por disponer en Atención Primaria de todos los medios diagnósticos precisos y con la suficiente capacidad resolutiva, para la situación en la que nos encontramos detección precoz manejo, seguimiento, identificación de contactos y aislamiento de los mismos".

Valoración

Finalmente, hablamos con el presidente de la SEMG sobre la gestión de la crisis. "No cabe ninguna duda que esta crisis ha hecho saltar todas las alarmas de los sistemas públicos de salud, poniéndolos en muchos de los casos al borde del precipicio y tampoco cabe ninguna duda que en esta situación tiene mucho que ver la merma de recursos y recortes que hemos sufrido estos últimos años". Pese a ello, Fernández-Pro Ledesma cree que hay que esperar un poco para hacer valoraciones y análisis de la gestión: "Hay que dejar enfriar las emociones y darle el justo valor a las cifras que ahí están, para ser analizadas y puestas en comparación con los sistemas de nuestro entorno, con cifras menos dramáticas que las de nuestro país. De esta manera, veremos los aciertos y los errores cometidos, pero desde la frialdad de la evidencia". También considera obligado el "análisis de las diferentes medidas tomadas por otros países que han conseguido mejores resultados", y "evidenciar el por qué el número de profesionales sanitarios contagiados ha sido tan alto y por qué los materiales de protección fueron tan escasos en las primeras etapas".

Asimismo, explica que "durante la evolución de la crisis ha existido muchísima información y que algún momento se confundió ésta con gestión y esto no es bueno: la sobresaturación de información no es una comunicación clara y directa en alguna de las cuestiones importantes", y concluye: "Pero parece claro que todos fallamos en el cálculo de la dimensión de esta crisis en un principio".