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La incontinencia urinaria se multiplicará con el envejecimiento de la población

Los especialistas advierten que, si no se toman medidas, esta patología se convertirá en un problema no solo de salud pública, sino también social y económico.

12/03/2020

Tres de cada diez españoles, aproximadamente 14 millones de personas, tendrán más de 65 años en 2068, según las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística. Este incremento de la población mayor será más acusado en las décadas de 2030 y 2040 cuando la llamada generación del baby boom entre ...

Tres de cada diez españoles, aproximadamente 14 millones de personas, tendrán más de 65 años en 2068, según las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística. Este incremento de la población mayor será más acusado en las décadas de 2030 y 2040 cuando la llamada generación del baby boom entre de lleno en la edad madura. El progresivo aumento de la población mayor de 65 años hace prever un incremento exponencial de las personas que padecerán incontinencia urinaria en nuestro país. De hecho, esta patología se convertirá en un problema de salud pública, pero también social, y económico, si no se ponen en marcha las medidas correctoras adecuadas. Así lo apunta el Dr. Manuel Esteban, presidente de la Asociación Española de Urología (AEU), coincidiendo con la conmemoración este 14 de marzo del Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, una jornada que tiene por objetivo concienciar sobre un problema de salud tan prevalente como infradiagnosticado.

Algunas cifras explican mejor la magnitud del problema. Se estima que una de cada tres mujeres a partir de los 50 años y uno de cada cuatro hombres a partir de los 40 han experimentado pérdidas de orina. Estas cifras revelan que la incontinencia, con una prevalencia global del 15%, supera en número de afectados a otras patologías mucho más conocidas como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis. De hecho, en todo el mundo, 400 millones de personas sufren pérdidas de orina. 50 millones de ellas son ciudadanos europeos y casi 6,5 millones, españoles.

El Dr. Esteban señala que la previsión demográfica, con un aumento exponencial de la población mayor de 65 años en los próximos años, obliga a tomar cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde. "Es necesario adoptar medidas que faciliten una gestión correcta e integral de la incontinencia urinaria de forma que, en un futuro próximo, nos permita ahorrar costes y reducir su impacto negativo en toda la población". Actualmente, la factura económica de la incontinencia urinaria supone el 2% del presupuesto en los países desarrollados.

En este contexto, el presidente de la Asociación Española de Urología destaca que "la incontinencia es un problema sanitario con un impacto significativo en las vidas de las personas que la padecen, también en sus cuidadores en el caso de que los necesiten, y que, además, tiene graves implicaciones para las economías sanitarias en términos de prestación de cuidados sociales y en salud". Por eso mismo, el Dr. Esteban aboga por dar prioridad a la incontinencia urinaria en las agendas de las administraciones públicas. "Hacen faltan además profesionales sanitarios formados para afrontar el desafío que supone la atención a la incontinencia", subraya el Dr. Esteban.

Vencer el tabú, la asignatura pendiente

Entre las asignaturas pendientes de la asistencia a los pacientes con incontinencia, destaca la necesidad de superar el tabú que aún rodea esta patología. La pérdida de orina continúa siendo motivo de vergüenza entre quienes la sufren. De hecho, el 32% de las mujeres con incontinencia siguen considerando esta patología motivo de vergüenza, hasta el punto de que el 27% oculta el problema12. Esta misma vergüenza lleva a más de la mitad de los varones con esta dolencia a aplazar durante más de un año su visita al médico2. "Es precisamente este tabú lo que explica, al menos en parte, el infradiagnóstico.

La mayoría de los pacientes desconocen, más los hombres que las mujeres, que existen soluciones eficaces para vencer el problema", comenta el presidente de la AEU. Esta demora en la petición de ayuda médica está en el origen del impacto emocional que pagan los pacientes con incontinencia urinaria. "Inseguridad, pérdida de autoestima, depresión, o aislamiento son algunos de los síntomas más frecuentes. Debemos trasladar a los pacientes que tenemos herramientas para superar el problema, pero, para eso, lo primero es que nos pidan ayuda", concluye este especialista.

Precisamente por ello, Essity, compañía líder en higiene personal con una amplia experiencia en este campo gracias a sus marcas TENA -TENA Men y TENA Discreet- y Orlys Pants, que rompen barreras en el área de la incontinencia, quiere contribuir no solo en este día sino a lo largo de todo el año a normalizar esta situación e informar a la población sobre innovaciones como la ropa interior absorbente y soluciones terapéuticas que contribuyen a resolver o aliviar esta patología.

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