El Hospital de la Vall d´Hebron lidera un macroproyecto europeo que investigará la relación que existen entre el síndrome del intestino irritable y los trastornos mentales y somáticos. En la investigación, llamada DISCOvERIE, (Desarrollo, diagnóstico y prevención de enfermedades somáticas y trastornos mentales relacionados con el género en el síndrome de intestino irritable en Europa) participan 19 instituciones sanitarias, universidades, centros de investigación y empresas.

El objetivo de DISCOvERIE es "entender el origen común de estas enfermedades y la relación entre el SII y los trastornos mentales, como la ansiedad o la depresión, que son los más frecuentes entre las personas con problemas digestivos, así con otras enfermedades como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica", han detallado en su presentación los coordinadores de este estudio: Dr. Javier Santos, facultativo de la Unidad de Gastroenterología del Hospital Universitario Vall d´Hebron e investigador principal del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d´Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d´Hebron e investigador principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR.

Investigación pionera en el estudio del colon irritable

El colon irritable es una enfermedad de alta prevalencia y del impacto socioeconómico, estimado en unos 43.000 millones de euros en Europa, afectando a un 10% de la población. "Es una enfermedad muy importante que afecta a ciudadanos de todos los países del mundo". A pesar de ello, los doctores han explicado que hasta el momento no ha habido un gran proyecto de investigación global.

Además, según el doctor Javier Santos, en Europa no hay guías ni protocolos específicos y conjuntos para los pacientes con esta enfermedad. Por ello, "se trata del primer gran proyecto europeo que tratará esta enfermedad, de carácter público, con un enfoque integrador, innovador y disruptivo".

El doctor Javier Santos ha señalado que el colon irritable siempre ha sido una enfermedad estigmatizada y, con el estudio se pretende dar una vuelta a ello. DISCOvERIE, que ha recibido una financiación global de 6 millones de euros, y tendrá una duración de 5 años, "pretende obtener biomarcadores más precisos para facilitar diagnóstico precoz y prevenir la aparición de trastornos mentales al monitorizar mejor la evolución de estos pacientes y sus factores de riesgo", ha remarcado el doctor Josep Antoni Ramos-Quiroga.

El proyecto se realiza con la colaboración de los pacientes en activo desde el inicio, según han resaltado los coordinadores de la investigación. "Y se trabaja con los mejores especialistas de toda Europa, por lo que esperamos resultados magníficos".

Perfil de paciente

Los investigadores realizarán una caracterización clínica, psicosocial y biológica de unos 900 pacientes con colon irritable afectados por trastornos mentales y comorbilidades somáticas con un enfoque particular. Mientras que, como estudio longitudinal, unos 600 pacientes serán seguidos por un período de 2-3 años para identificar los factores y mecanismos que puedan influir de manera determinante en la aparición de trastornos mentales y somáticos. "Se aplicarán tecnologías ehealthy y se creará una aplicación que permita comprobar, de forma fácil, cómo el color irritable afecta al paciente en su día a día y cómo se correlaciona con la flora intestinal".

Los doctores han puesto de manifiesto que el perfil del paciente de este proyecto pertenece al de una mujer joven y de mediana edad, (de entre 20 a 45 años), con hijos, trabajadora y con problemas laborales. Pues esta enfermedad afecta al doble de mujeres que de hombres. "Estudios demuestran que la pérdida de días de trabajo en personas con colon irritable es dos veces superior al resto de la población", ha indicado el doctor Santos.

Asociación del intestino con otras enfermedades

La investigación determinará los mecanismos subyacentes de las funciones del sistema intestinal y del sistema nervioso central y su interacción con el eje periférico microbiota-intestino-cerebro. "El intestino reacciona a aquello que comemos y respiramos. La contaminación también tiene un impacto directo. Y en enfermedades mentales, tales como la depresión o la ansiedad, funciona de forma distinta modificando su flora intestinal", han avanzado los doctores.

Los profesionales han asegurado que hay estudios con animales que correlacionan la flora intestinal con las enfermedades mentales, pero en humanos muy pocas, por lo que en 5-10 años tendremos resultados más claros.