El mes de octubre es el mes de inicio de las infecciones respiratorias, como la gripe o la bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS). Con el objetivo de actualizar conocimientos, compartir experiencias y contribuir a una mejora asistencial del paciente y familiar, la compañía biofarmacéutica AbbVie ha reunido en Mérida a expertos en pediatría que atienden a recién nacidos.

De esta forma, organizado por el Dr. Manuel Portillo, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital de Mérida y de la mano de los doctores Segundo Rite, jefe de Servicio de la Unidad de Neonatología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza e Itziar Marsinyach Ros, de la Unidad de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y experta en transporte neonatal de la Comunidad de Madrid; se ha realizado una revisión de la evidencia científica en relación con la infección por VRS, sus consecuencias en los grupos de riesgos, la identificación de las co-infecciones más frecuentes, las medidas preventivas más efectivas a la hora de reducir la morbi-mortalidad y cómo intentar atajar y reducir las infecciones nosocomiales en nuestras unidades neonatales.

Una de las poblaciones en la que centraron los debates en esta jornada fue la de los recién nacidos moderadamente prematuros (nacidos entre la semana 32 y 36 de gestación) y los prematuros tardíos (nacidos entre la semana 34 y 36 de gestación). En palabras del Dr. Manuel Portillo, estos niños "presentan una alta tasa de infecciones respiratorias, incluso graves, con frecuentes demandas de asistencia en consultas de pediatría, servicios de urgencias e ingresos en unidades de cuidados intensivos. Unidos a un riesgo de alteraciones del neurodesarrollo, así como nutricionales y del crecimiento, junto con una predisposición al desarrollo de asma bronquial y sibilantes recurrentes, en comparación con los recién nacidos a término".

Por otro lado, durante la jornada, se puso el foco en las recomendaciones relativas al transporte neonatal. "Es un proceso cuyo objetivo principal es prestar continuidad asistencial al recién nacido enfermo que precisa desplazamiento de un centro hospitalario a otro por sus necesidades clínicas. Sabemos, desde hace años, que el transporte representa un riesgo añadido para el neonato enfermo, que respecto al paciente que no precisa traslado tiene peores resultados en mortalidad y en morbilidad", declara la doctora Itziar Marsinyach.

Por ello, añade que "cuidar el proceso de transporte, de principio a fin, diseñando un modelo adecuado a cada región que dé cobertura a todo el territorio y tenga en cuenta todos los factores que aportan calidad es fundamental, y es lo que diferencia un mero desplazamiento del paciente de la prestación de una continuidad asistencial a un paciente crítico".