En su rueda de prensa de presentación de la reunión anual sobre diagnóstico y prevención de la gripe, y asamblea general, la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) ha resumido los principales avances en la prevención de un virus que causa anualmente más de 50.000 hospitalizaciones y 6.000 fallecimientos. Teniendo como perjudicados más prevalentes las personas mayores de 65 años, los pacientes crónicos y las mujeres embarazadas, que pueden precisar hospitalización, en este tercer grupo, y dejar de proteger a sus hijos hasta los seis meses de vida después del parto, si no se vacunan.

El encuentro tuvo lugar en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) y al mismo acudieron el epidemiólogo Ángel Gil y el director emérito del Centro Nacional de Gripe, doctor Raúl Ortiz de Lejarazu, además del presidente de la AMYS.

Dr Ramón Cisterna

Además de elogiar la autoridad científica de sus compañeros de mesa, el presidente de la entidad científica especializada en microbiología, doctor Ramón Cisterna, refirió que los actuales esfuerzos destinados a lograr internacionalmente una vacuna más amplia en su eficacia, y de mayor duración, frente a la gripe se centran en el uso de adyuvantes y la ampliación de la carga de antígeno. Aunque también se trabaja actualmente para atenuar la evanescencia de los anticuerpos en personas inmunocomprometidas mediante el retraso de las campañas vacunales.

Además de argumentar que una vacuna universal, o de amplio espectro para la gripe, cada vez está más cerca, la reunión presidida por Cisterna incidió especialmente en que ya hay diferentes plataformas diagnósticas para identificar con precisión el virus gripal y su subtipo concreto.

Plataformas que, según afirmó, se apoyan en técnicas moleculares, cuyo ejemplo más innovador es la secuenciación molecular que hace posible identificar la extensión antigénica de variaciones.

Mediante una tecnología con incluso potencia para detectar ácidos nucleicos, muy útiles al validar los diagnósticos ofrecidos por otras pruebas diagnósticas.

Dr Raúl Ortiz de Lejarazu

El doctor Raúl Ortiz de Lejarazu, profesor de Microbiología y director emérito del Centro Nacional de la Gripe (Valladolid), matizó que la búsqueda de una vacuna universal para la gripe es factible, aunque en mayor medida para el tipo de virus B, cuyos huéspedes son únicamente humanos, y con mayor dificultad para el virus A y subtipo H3 que es compartido con otras especies animales y presenta mayor capacidad para mutar.

Este experto también mencionó que la OMS enunció en 2016 como objetivo lograr una vacuna, a 5 y 10 años, más duradera en su eficacia y más apta para ser usada tanto en países desarrollados como en naciones de rentas bajas o medias.

Sobre el diagnóstico de gripe que se realiza en España, estimó con pesar que los hospitales infrautilizan en este virus sus grandes medios diagnósticos y que al menos se falla en la mitad de las ocasiones al determinar los linajes.

Lo que implica un trabajo de "picar piedra a destajo" para los servicios de microbiología hospitalarios, a la hora de filiar los tipos del virus de la gripe de cada caso y conjurar así el peligro de mezclar pacientes con subtipos distintos del virus de la gripe.

Dres. Gil, Cisterna y Ortiz de Lejarazu

Los tres ponentes asumieron que los grupos de riesgo establecidos en el país, como en otros, son meros cupos de mínimos, con olvido institucional de que el 40% de las hospitalizaciones de los próximos meses será de niños que estaban sanos hasta recibir el virus de la gripe. Dado su carácter naïf más vulnerable.

Un riesgo de hospitalización que es un 7,9% superior en la mujer embarazada al resto de la población.

Así mismo, Ortiz de Lejarazu insistió que el riesgo de muerte en UCI se reduce en un 18%, si se ha administrado la vacuna de la gripe previamente al paciente. Lo que supone exceder con creces el umbral mínimo de eficacia terapéutica (5%) de cualquier fármaco y superar también las tasas de efectividad de no pocos antitumorales.

El experto también se refirió a la Fundación para la vacunación de siguiente generación que se creo hace dos años por la Fundación Bill Gates y los Institutos de Salud de Estados Unidos (National Institutes of Health, NIH). Un dato con el que reforzó que las vacunas son muy convenientes también en lo económico porque, precisamente en Estados Unidos, las compañías de seguros médicos exigen la vacunación a sus asegurados, lo que brinda al país una cobertura vacunal frente a la gripe del 90%, es decir, universal.

Añadió a lo anterior este especialista que hay estudios pivotales que confieren a la vacuna para la gripe una efectividad del 50-60 % con el marchamo de las revisiones Cochrane.

Dr Ángel Gil

Como tercer experto protagonista, el doctor Ángel Gil, catedrático del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, estableció que cada año 500.000 personas padecen gripe, sin que esto evite que sea una enfermedad todavía infravalorada. Dentro de una percepción social que confunde pasar la gripe con pasar un catarro, junto a la creencia de que su vacuna no es eficaz. Al tiempo que podría haber en España una población de 7 millones de personas que deberían ser vacunadas.

Esta renuencia a la vacunación es un craso error en opinión de Gil, si se tiene en cuenta que la gripe puede ser muy grave, e incluso letal en colectivos vulnerables como los formados por pacientes crónicos en los que afloran los efectos más graves del virus y sus complicaciones más importantes.

En ese sentido, el epidemiólogo y preventivista invitó a seguir en España el ejemplo de Estados Unidos, donde la vacunación frente a la gripe es universal, como ya apuntó Ortiz de Lejarazu.

Para concluir enfrió el ambiente al dejar dicho que, incluso en el caso de lograr una vacuna de amplia respuesta, su protección general sería infructuosa, si no se administra de forma masiva.

Durante el encuentro se adelantó que se espera que este año entre en juego una nueva vacuna tetravalente. Dado que emplear vacunas antigripales tetravalentes inactivadas en lugar de trivalentes estándar es una estrategia coste-efectiva. Además de su idoneidad para hacer frente a las cepas B y sus subtipos. Habida cuenta también de que la enfermedad causada por los virus A y B de la gripe es similar y que ofrece misma clínica, gravedad, duración, tasas de hospitalización y complicaciones. Aunque difieren en incidencia por distintos grupos de edad.