Con motivo del 41º Congreso Nacional SEMERGEN, el Dr. Miguel Turégano Yedro, médico de familia en el Centro de Salud Aldea Moret de Cáceres y miembro del grupo de trabajo de Hipertensión arterial y Enfermedad cardiovascular de SEMERGEN, ha analizado el papel que los betabloqueantes desempeñan en el manejo de la hipertensión arterial. Tal y como recoge el blog insuficienciacardiaca.es, "todavía existe un desconocimiento de los beneficios que puede aportar el betabloqueante en el control de la hipertensión arterial".

Los betabloqueantes son fármacos englobados dentro de los tratamientos antihipertensivos, que constituyen uno de los cinco principales grupos terapéuticos para el manejo de la hipertensión arterial. Además, también han demostrado otros beneficios sistémicos, principalmente a nivel cardiovascular, así como efectos antiaterogénicos, antiisquémicos, antiarrítmicos y del remodelado cardíaco.

"En las últimas guías ya nos hablan de que, en pacientes con hipertensión arterial, uno de los factores que más influye en el riesgo cardiovascular es el hecho de tener una frecuencia cardíaca superior a 80 latidos por minuto. Una de las principales acciones de los betabloqueantes es el enlentecimiento y control de la frecuencia cardiaca, de tal forma que los convierten en una de las principales alternativas terapéuticas para un paciente con hipertensión arterial y que a su vez tenga más de 80 latidos por minuto de media", ha indicado el Dr. Miguel Turégano.

Este efecto de reducción de riesgo cardiovascular, convierte a los betabloqueantes en una de las principales alternativas terapéuticas, tanto en el manejo de la hipertensión arterial, como también ante otros casos o comorbilidades como pueda ser la cardiopatía isquémica o de la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección deprimida.

Durante la mesa, enfocada en la actualización de los betabloqueantes en la Insuficiencia Cardíaca, se dieron a conocer las diversas situaciones clínicas que se plantean en la práctica clínica diaria, sobre todo en Atención Primaria, en las que el uso del betabloqueante puede ofrecer múltiples ventajas para el control del paciente.

Especial protagonismo adquirieron los betabloqueantes que son cardioselectivos. Tal y como apunta el Dr. Turégano, "la cardioselectividad es un hecho que no todos los betabloqueantes tienen y que constituye uno de sus principales rasgos diferenciadores. Principalmente, hay que apostar por aquellos que tengan propiedades vasodilatadoras y además beneficios dependientes del óxido nítrico. En esta línea, los más beneficiosos son los betabloqueantes de 3ª generación". Una de las principales ventajas que plantean aquellos que son cardioselectivos es que tienen un perfil más bajo de efectos secundarios que otro tipo de betabloqueantes de ahí que sean mejor tolerados por los pacientes como, por ejemplo, es el caso del nebivolol.

A su vez, el uso de betabloqueantes en patologías como la insuficiencia cardíaca plantea retos como pueda ser una mayor educación sanitaria del paciente que fomente su integración o participación, aspecto que el Dr. Turégano considera clave: "El hecho de inculcarles y fomentar la adherencia terapéutica es esencial de cara al correcto manejo de esta patología. Además, hay que tener en cuenta que en el paciente con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección deprimida es muy importante la titulación de fármacos, de tal forma que el paciente va a ejercer un papel fundamental en la evolución diciéndonos los beneficios que se pueden alcanzar a la hora de subir la dosis y también posibles efectos secundarios que, aunque son infrecuentes, pueden aparecer en el transcurso de la enfermedad".