Juan Antonio Riesco Miranda, responsable de la Unidad de Tabaquismo del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres, señala que los cigarrillos electrónicos que están actualmente en el mercado, "están demostrando primero que no son eficaces para ayudar a las personas a dejar de fumar y en segundo lugar que están desarrollando cambios inflamatorios, celulares, morfológicos, de función pulmonar que van a ser los mismos que tiene la EPOC con el tabaco".

Riesco hace hincapié en que existen "datos contundentes que demuestran que en las mediciones de estas sustancias se encuentran tóxicos e, incluso, en más cantidad que un cigarrillo convencional". En este sentido, es necesario concienciar a la población es que los "nuevos dispositivos son tóxicos para la salud, no han demostrado seguridad. Desconocemos los efectos a largo plazo… No desnormalizan la conducta del fumador y hacen que los jóvenes se inicien en el consumo no solo de tabaco, sino tabaco acompañado de este tipo de dispositivo. Tenemos un nuevo fumador que se llama fumador dual".

Tratamientos y retos de futuro

El profesional comenta que la medida principal que habría que tomar pasaría por "el abandono del tabaco". A continuación, explica que en un primer momento "acompañamos el tratamiento con vacunaciones, con dieta, ejercicio y actividad física", para después incidir en los "síntomas". Riesco reconoce que "el más invalidante de todos es la dificultad respiratoria progresiva o intolerancia al esfuerzo, también conocido como disnea. Aquí es donde se introducen los broncodilatadores y la terapia inhalada se irá adaptando en función de las características personales de los pacientes".

En el mercado existen tres fármacos que "han demostrado una evidencia clínica suficiente". Es el caso de la "terapia sustitutiva con nicotina, vareniclina y bupropion", tal y como apunta el experto.

Todavía es pronto para saber los efectos que producen los cigarrillos electrónicos a largo plazo "porque no hay estudios al respecto ni conocemos el impacto que esto tiene desde el punto de vista de la prevención", añade Riesco. Concluye diciendo que el reto de futuro pasa por "conocer más acerca del impacto que producen estos nuevos dispositivos en la salud respiratoria".