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El pediatra, la referencia de los padres para informarse sobre vacunas

Se trata de una de las conclusiones del estudio elaborado por Ipsos Healthcare para GSK sobre el conocimiento de la meningitis, que también revela que 3 de cada 4 padres sitúan la enfermedad entre las tres que suponen un mayor riesgo para un niño, pero sólo un 29% sabe cómo se contagia.

30/01/2019

El pediatra es la figura de referencia para los padres y madres de niños a la hora de informarse sobre las vacunas infantiles. Aunque el 63% se considera responsable de garantizar la vacunación de sus hijos, también confían en el profesional a la hora de comprobar que las vacunas estén ...

El pediatra es la figura de referencia para los padres y madres de niños a la hora de informarse sobre las vacunas infantiles. Aunque el 63% se considera responsable de garantizar la vacunación de sus hijos, también confían en el profesional a la hora de comprobar que las vacunas estén al día, y en un 83% de los casos acuden al pediatra cuando quieren informarse y asesorarse sobre vacunas infantiles, incluidas las vacunas frente a la meningitis.

Así lo revela un estudio de evaluación del conocimiento de los padres sobre la meningitis, elaborado por Ipsos Healthcare para GSK. La investigación se basa en 1.001 entrevistas a padres y madres de niños de 0 a 15 años, con una media de edad de 40 años (entre 26 y 55).

Los resultados indican, asimismo, un importante desconocimiento por parte de la población general en referencia a la meningitis, sus vías de contagio, consecuencias y síntomas.

La enfermedad meningocócica es una infección producida por el meningococo. Suele presentarse en forma de infecciones graves como meningitis y sepsis, o la combinación de ambas. En el 99% de los casos, la enfermedad se produce en personas sanas.

Los padres encuestados parecen ser conscientes de esta gravedad, ya que tres de cada cuatro (el 76%) mencionan la meningitis entre las tres enfermedades que suponen un mayor riesgo para un niño. Sin embargo, sólo un 29% de los padres sabe cuál es la forma más habitual de contagio de la enfermedad meningocócica (el meningococo se propaga a través de las secreciones respiratorias de un portador o una persona infectada: al toser o estornudar).

Asimismo, casi la mitad de los encuestados dicen no estar seguros o no saber que existen diferentes cepas de la bacteria Neisseria Meningitidis que producen la enfermedad.

A nivel global, en cuanto a la prevención, aunque el estudio revela un alto grado de cumplimiento en el calendario de vacunación, también desvela que más de la mitad de los progenitores (el 53 %) no conoce qué vacunas están incluidas en el calendario vacunal de su país.

Confianza en los profesionales

Este desconocimiento se suple con una gran confianza en los profesionales sanitarios. El 95 % de los entrevistados consideran que han de ser informados por su profesional sobre todas las vacunas disponibles, estén o no incluidas en el calendario de vacunación. Y un 89 % considera que deberían ser informados, de forma específica, sobre las vacunas que no forman parte del calendario. Las familias confían en sus profesionales hasta tal punto que un 63 % asegura que sólo pone a sus hijos las vacunas que les recomienda su pediatra, médico de familia o enfermero.

El informe incluye una comparativa internacional con encuestas elaboradas en Brasil, Canadá, Alemania, Italia y Portugal. Aunque los datos de los demás países también muestran la importancia que dan las familias a las recomendaciones de los profesionales sanitarios, los padres españoles son los más proclives a informarse sobre vacunas de la meningitis consultando a los profesionales (80% frente al 68% de Portugal, el 67% de Alemania o el 62% de Canadá).

Más frecuente en niños pequeños y con consecuencias graves

La enfermedad meningocócica invasiva puede afectar a cualquier edad, pero es más frecuente en niños menores de cinco años, y especial, entre los lactantes (menores de un año). En concreto, en la temporada 2016-2017, se dieron en España 6,11 casos por 100.000 habitantes para los menores de un año y 2,26 casos por cada 100.000 habitantes en el grupo de 1 a 4 años, mientras que para la población general, la tasa es de 0,58 casos por 100.000 habitantes.

Aunque se trata de una patología poco frecuente, la enfermedad meningocócica invasiva tiene una rápida evolución y un margen estrecho de actuación una vez se produce la infección, pudiendo conducir a consecuencias muy graves y ser potencialmente mortal.

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