En España; la neurología, en este momento, es una especialidad de bastante peso dentro de la medicina. Así lo cree Exuperio Díez Tejedor, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Con el envejecimiento de la población, las enfermedades neurológicas han ido aumentando.

"La Administración ha entendido esta situación y se ha ido incrementando el número de unidades de Neurología y el de neurólogos en las unidades. ¿Estamos en las cifras óptimas? Todavía nos faltan recursos en algunas áreas. ¿Hay una distribución homogénea en toda España? No. Hay zonas que están más dotadas y con unos índices de neurólogo por habitante que estarían ya cerca de los estándares que se consideran adecuados en la Unión Europea y en EE UU. Y otras que están por debajo. Hay que atender estas enfermedades neurológicas y hacen falta recursos, hacen falta personas", afirma.

Pide que se efectúen estrategias por procesos. "Los neurólogos podemos liderar determinado tipo de enfermedades, pero necesitamos que otros profesionales trabajen en ellas. Rehabilitación, fisioterapia, Urgencias… Necesitamos tener estrategias por procesos para implicar de manera multidisciplinar a todas aquellas áreas de la medicina que pueden mejorar la atención a los pacientes", insiste. Por ejemplo, considera que en las demencias es necesaria la participación también de logopedas y geriatras, entre otros profesionales.

Un gran reconocimiento

"La especialidad ha conseguido un gran reconocimiento, tanto en ámbitos hospitalarios como extrahospitalarios", subraya. Cuenta no sólo con la asistencia a pacientes agudos en los hospitales, sino en los centros de especialidades desplegados por todas las áreas de salud. "Hay enfermedades que son prevenibles y posee una buena implantación, pero tenemos que conseguir que tenga más presencia en la universidad", alega Díez Tejedor. En la mayor parte de las universidades españolas se incluye en pregrado la enseñanza de Neurología como una disciplina, con carácter propio dentro de los estudios de clínica. "No en todas, queda alguna en la que es necesario que esto se incorpore. Nuestra misión es seguir diciendo que la Neurología tiene que tener su presencia asistencial en la docencia, en la docencia pregrado también y en la investigación", asevera. Apunta que ocupa una fuerte presencia en los proyectos del Instituto de Salud Carlos III.

¿Qué retos tienen que afrontar la especialidad de cara a los próximos años? Responde que "ir consiguiendo, con estudios e investigación, encontrar tratamientos que sean curativos para enfermedades degenerativas. Si no son curativos, que al menos detengan el proceso de la enfermedad". A su juicio; un mayor conocimiento en los espectros inmunológicos, en los anticuerpos monoclonales y otras medidas de inmunidad ayudarán a adentrarse en patogenia de enfermedades que hasta ahora no se conocían los mecanismos inmunes que mediaban en ellas. Se ha avanzado mucho, pero "hay que seguir extendiendo los recursos y las unidades de Ictus, y la posibilidad de hacer terapéuticas".

Díez Tejedor repasa que, en los últimos 20 años, se ha pasado "de una Neurología que estaba más contemplativa, que hacía semiología, diagnóstico y que se movía en el campo del nihilismo terapéutico y aquello de que en los ictus no se podía hacer nada" a no pensar ya que los daños cerebrales son irreversibles. "El cerebro es un órgano que es capaz de regenerarse y repararse, como otros órganos, sólo que había que ayudarle. Hemos aprendido a ayudar al cerebro a repararse. Con medidas y tratamiento, hemos logrado paliar algunas de las manifestaciones, en enfermedades degenerativas. O tratar las que son inmunológicas e intentar parar el proceso, como sucede con la esclerosis múltiple o la miastenia gravis. O hacer los tratamientos agudos en el ictus y conseguir que un mayor porcentaje de pacientes se recupere y no quede hemipléjico", detalla. Y están las medidas de neurorehabilitación para lograr la máxima recuperación posible de los pacientes. Propone luchar en la línea de intentar reducir la dependencia, no sólo la mortalidad.

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