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El Instituto Roche anticipa la medicina del futuro desde el microbioma y la biología de sistemas

A través del foro "Anticipando la Medicina del Futuro", el Instituto Roche ha reunido a expertos en investigación genética y clínica, bioestadística y política sanitaria para dilucidar cuál será el futuro de la medicina. Una ciencia que crece día a día desde un mayor conocimiento del microbioma humano y a partir del paradigma de la nueva Medicina Preventiva Personalizada.

12/12/2018

Este martes, 12 de diciembre, Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, dio la bienvenida a todos aquellos que hacen posible elevarse de una medicina de tipo grupal a otra mucho más personalizada. Con la virtud de que sea, de manera progresiva, más preventiva que curativa o paliativa. Desde esa ...

Este martes, 12 de diciembre, Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, dio la bienvenida a todos aquellos que hacen posible elevarse de una medicina de tipo grupal a otra mucho más personalizada. Con la virtud de que sea, de manera progresiva, más preventiva que curativa o paliativa.

Desde esa perspectiva, celebró que su entidad disponga del Observatorio de Tendencias de Medicina Personalizada de Precisión (MPP). Con una producción de informes de calado científico como un primer trabajo dedicado al microbioma y otro posterior centrado en la medicina preventiva personalizada. A los que, anunció, se unirá pronto una tercera investigación científica sobre la biología de sistemas en medicina. Que está llamada a actuar como catalizador de importantes progresos en la prevención, diagnóstico, pronóstico y diseño de tratamientos más precisos y personalizados.

Federico Plaza

Plaza agradeció la solvencia técnica que da contar con un comité asesor compuesto por los doctores Joaquín Arenas, Pablo Lapunzina y Ángel Carracedo. Partícipes de una misma concepción de la MPP, según la cual es preciso anticipar la predisposición, o riesgo, de que una persona padezca una enfermedad y, por ello, actuar en consecuencia. Dentro de un cambio de paradigma que abre perspectivas a la prevención de enfermedades en un futuro razonablemente próximo. De forma que sea posible clasificar y estratificar pacientes y abordar su estado de salud, o enfermedad, de la forma más idónea. Además de determinar grupos de riesgo para prever comorbilidades e intervenir con carácter preventivo siempre que sea posible.

Plaza prosiguió su alocución reafirmando la idea de que la genómica, la proteómica, la metabolómica y la transcriptómica, entre otras especialidades ómicas, están definiendo hoy la medicina de mañana. A partir del conocimiento que se extrae de las colonias de bacterias que pueblan el organismo humano, llamadas microbioma, para su uso diagnóstico y terapéutico, desde una rápida traslación de los descubrimientos científicos. Con la vista puesta, aseguró el vicepresidente, en conocer mejor las múltiples mutaciones posibles de los genes y el comportamiento de estas proteínas diana.

Federico Plaza y Consuelo Martín de Dios

En la misma línea que Plaza, la directora gerente de la Fundación Instituto Roche, la bióloga de formación Consuelo Martín de Dios, también destacó el éxito que supone para el Observatorio de Tendencias en MPP haber generado en solo un año de trayectoria tres informes de alcance y un foro, como el celebrado, en el que participaron primeras figuras del país en microbioma y genómica.

Junto a las intervenciones institucionales intervinieron distintos expertos. Moderó la primera mesa el doctor Joaquín Arenas, director del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre (i+12), que estimó que España puede colocarse a la vanguardia de la innovación en salud, porque dispone de una gran comunidad científica de investigadores básicos y clínicos. Un gran valor colectivo que hace posible la investigación traslacional que lleva los resultados de la investigación a la práctica clínica.

Para potenciar esto, Arenas propuso, el establecimiento de una estrategia estatal de MPP, con la colaboración de la Administración General del Estado, las comunidades autónomas, la industria farmacéutica biotecnológica, las firmas de tecnología sanitaria, los cuadros de investigadores y el personal sanitario en su conjunto. Mientras que, en lo tocante al estudio del microbioma, se preguntó cuándo será posible que sus hallazgos se puedan recoger en las guías clínicas de uso diario.

Rafael Cantón, Alejandro Mira, Joaquín Arenas y Rosa del Campo

Como miembro del mismo hospital que el doctor Arenas, el doctor Rafael Cantón, jefe del servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, explicó que el primero en utilizar el término microbioma humano (PMH) fue el doctor Joshua Lederberg, premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1958. A raíz de lo cual se pudo empezar a trabajar en la clasificación en taxones dentro de unidades operativas (OTU), para referirse a los billones de bacterias que colonizan el cuerpo humano, generalmente con efecto beneficioso, si dicho microbioma está en equilibrio.

En cuanto a la ubicación corporal de los nichos de microbioma, Cantón señaló como los más importantes el cerebro, el eje que constituye este con el intestino, el tracto respiratorio y la placenta humana. Momento en que destacó el microbioma compartido por la madre y su bebé recién nacido, y que puede verse alterado si el parto es por cesárea.

Aparte de lo cual, el experto en microbiología, inmunología e infección atribuyó a factores como la dieta inadecuada, el estrés y la genética el riesgo de que el microbioma se vea afectado y entre en estado de disbiosis o disbacteriosis, con posibilidad de generar alergias, enfermedades metabólicas, autismo, patologías cardiovasculares y neurodegenerativas además de envejecimiento prematuro.

Cantón también comentó el proyecto Human Microbiome, iniciado en 2008 en Estados Unidos, y la guía de recomendaciones sobre microbioma de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Julián Nieto, Joaquín Arribas, José Martínez Olmos y Pablo Lapunzina

Seguidamente, la doctora Rosa del Campo, investigadora del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS) explicó detalles de la bacteria vampirobrio que se muestra agresiva con otros microorganismos del microbioma, mediante fagocitosis, y que podría tener un papel en la corrección de sus disbalances. Además de la citada conexión cerebro-intestino que se ve favorecida por el poder neurotransmisor de las bacterias. Junto a fenómenos ya demostrados como la relación que existe entre el microbioma y la fibrosis quística pulmonar.

La doctora del Campo también relató los efectos logrados con el trasplante de microbioma fecal. Entre ellos, resetear dicho microbioma en el intestino. Con alguna mención también al ácido valérico, que se muestra eficaz frente a las infecciones persistentes por clostridium difficile.

Durante su turno, el doctor Alejandro Mira, jefe de laboratorio de la Fundación FISABIO de Valencia, enumeró importantes funciones que hacen las bacterias del microbioma para evitar déficits al organismo y precisó que el 4% de los metabolitos que existen en el torrente sanguíneo se originan en el microbioma.

Así mismo, el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERER), doctor Pablo Lapuncina puso como ejemplo de financiación de estudios genómicos los 15 millones de libras que concede el gobierno de Reino Unido. Una cifra que el senador del PSOE, doctor José Martínez Olmos, encontró perfectamente asumible para el caso español.

Poco más tarde, el responsable del INGEMM, doctor Julián Nevado, expresó la dimensión económica de la genómica al informar que, durante el pasado Viernes Negro de compras (Black Friday), se ofrecían genomas a 150 dólares en EE.UU. Lo que le hizo pensar que algún día la gente podrá llevar su genoma en el bolsillo, por ejemplo, en una memoria USB.

Juan Antonio García Ranea, Ángel Carracedo, Joaquín Dopazo y Patrick Aloy

En la tercera mesa de expertos, el director del Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica, doctor Ángel Carracedo, razonó que actualmente se tiende a pensar que las enfermedades comunes se pueden descomponer en patologías raras o poco frecuentes. A ello añadió el investigador del departamento de biología molecular y bioquímica de la Universidad de Málaga, Juan Antonio García Ranea, que los niveles ómicos son el genoma, el transcriptoma, el epigenoma, el proteoma, el metaboloma, el microbioma, el interactoma y el fenoma.

Por lo que prefirió hablar de "diseasesoma", "enfermedad-soma" o compendio genómico de lo patólogico, al que se podrá acceder desde biología de sistemas y una visión nítidamente holística. Con la conclusión de que es equivocado, por tanto, seguir diciendo que a cada gen le corresponde una única función, dado que las interrelaciones entre estas proteínas son múltiples.

A todo lo anterior, el director de bioinformática de la Fundación Progreso y Salud, Joaquín Dopazo, añadió la reflexión de que, muchas veces, es más prudente hablar de pre-marcadores que de biomarcadores, a la hora de conseguir beneficios terapéuticos o diagnósticos.

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