Profesionales sanitarios, gestores de sanidad, asociaciones de pacientes, industria farmacéutica, sociedades científicas, empresas especializadas en tecnología sanitaria o comunicadores de salud. El abanico de asistentes al III Congreso Nacional de eSalud, que se celebra el 27 y 28 de noviembre en el Hospital La Princesa (Madrid), es un claro reflejo de que la transformación tecnológica y la incorporación de las nuevas tecnologías afectan al sistema sanitario por completo. "La apuesta por sistemas y tecnologías de eSalud puede tener importantes beneficios para el sistema sanitario en reducción de costes y mejora de la eficiencia", asegura Carlos Mateos, vicepresidente de la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES). Es el caso de la telemedicina o de los chatbots, "que pueden ayudar a los pacientes a estar en contacto con los médicos", o la inteligencia artificial (IA) y el big data, que son de gran ayuda a los profesionales sanitarios pero también a los gestores, "ofreciéndoles datos sobre los pacientes de su centro o sobre el funcionamiento de sus distintas áreas. Al final todo ello contribuirá a una medicina más preventiva y personalizada".

Contenido

El primer día del Congreso se abordarán las últimas tendencias e innovaciones dentro del ecosistema nacional de la eSalud. "El 27 de noviembre está dedicado a la salud digital, en concreto, en torno a #SaludsinBulos, con iniciativas y propuestas novedosas para facilitar información veraz en salud, como un informe sobre la conversación en cáncer de mama en la Red, un estudio sobre cómo los médicos afrontan los bulos, un chatbot y software de detección", detalla Mateos. El segundo día, el 28 de noviembre, se hablará sobre tecnología aplicada a la salud, poniendo el foco en la IA: "Presentaremos casos reales de su aplicación en ictus, cardiología, diabetes o cáncer, en investigación y en gestión". El doctor Ignacio Hernández Medrano impartirá una conferencia magistral en la que presentará el proyecto Savana, "basado en el análisis de los historiales clínicos", y Mendelian, "que utiliza el big data y la IA para el diagnóstico precoz de las enfermedades raras".

En el marco del Congreso también se presentarán otras iniciativas como el proyecto Humanos Virtuales, "en el que pretenden usar el superordenador más potente de España, el Marenostrum IV, para elaborar una simulación virtual completa del ser humano", o el proyecto Harmony, "que utiliza el big data con la finalidad de que se desarrollen nuevas terapias en el área de la Hematología"; se darán a conocer los resultados de Insulclock, "un dispositivo que permite registrar automáticamente el uso de la pluma de insulina mediante un app"; se hablará de big data e IA en ecografías para ayudar al diagnóstico, "en una iniciativa en la que participa el Hospital de La Princesa", y para el desarrollo de nuevos fármacos; y también estarán presentes varias iniciativas de gamificación aplicadas a la salud.

#SaludSinBulos

Este febrero, la AIES puso en marcha la iniciativa #SaludSinBulos para combatir los bulos de salud en Internet y contribuir a que exista información veraz y contrastada sobre la salud en la red. La campaña, que cuenta con la colaboración de una veintena de entidades científicas, organizaciones colegiales relacionadas con la salud, asociaciones de pacientes y de comunicadores, además de un número creciente de profesionales sanitarios que actúan como cazabulos, también tendrá un papel importante en el Congreso. "En la actualidad existe un exceso de información de salud en la red, y el entorno digital tiene la capacidad de propagar noticias falsas con una rapidez inusitada. Esto hace que a veces sea muy difícil distinguir la información real de la falsa, porque el consumo de información es muy rápido y esto es aprovechado por los fabricantes de bulos, que utilizan elementos de veracidad exagerados y le dan una explicación pseudocientífica con visos de credibilidad", comenta Carlos Mateos, quien remarca que "estas noticias falsas pueden llegar a hacer que las personas tomen decisiones contrarias a las recomendaciones de los profesionales, como dejar de vacunar a unos niños".

Los profesionales sanitarios que colaboran con #SaludSinBulos se encargan de desmontar las falsas noticias que llegan a su portal web (saludsinbulos.com) o que encuentran en sus consultas. "A raíz de ello, viralizamos los bulos apoyándonos en las entidades que colaboran con nosotros", señala el vicepresidente de la AIES, quien seguidamente nos indica cómo identificar una información falsa. "Saber quién difunde la información y de dónde proviene es clave", pues "hay quien busca un beneficio económico directo lanzado un bulo, con donaciones o la venta de superalimentos, filtros, imanes, o incluso derivados de la lejía, como hemos visto recientemente" o "bulos con un beneficio más oculto que intentan perjudicar a competidores". En este último caso, sucede en determinados productos alimenticios o de belleza, "cuyos componentes, de repente, empiezan a estar bajo sospecha de cancerígenos cuando están autorizados y otros muchos productos los contienen". Asimismo, Mateos tampoco se olvida de las famosas cadenas de Whatsapp, "que a veces, por nuestro deseo de ayudar, compartimos por si acaso, y finalmente acaban siendo como una cerilla más en un bosque", y de los bulos que "se mueven por un deseo de notoriedad, desinformación o buenas intenciones mal encauzadas".

Para Mateos, detectar estos bulos es cosa de todos, por lo que "cuando alguien detecta un bulo, puede acudir al apartado de nuestra web para denunciarlo, contactarnos a través de redes sociales o email o con la Guardia Civil y la Policía Nacional, quienes son bastante activas en redes sociales contra las falsas noticias". Además, remarca Mateos que desde AINES están impulsando proyectos formativos para que los pacientes puedan buscar información fiable de salud en internet y los profesionales sanitarios sepan orientarles. "También vamos a dirigirnos a los colegios, porque creemos que la educación en salud empieza desde la escuela", detalla.

Más formación

Le preguntamos al vicepresidente de la AIES sobre el uso real de las nuevas tecnologías en las consultas. En su opinión, si bien es cierto que la gran mayoría de médicos usa aplicaciones para actualizar sus conocimientos y consultar fármacos, "lo que no hace tanto es aprovechar todo el potencial de las nuevas tecnologías porque algunas de ellas no son intuitivas o no se lo permiten en su centro". Así, considera Mateos que "la teleconsulta está infrautilizada, el aprovechamiento del Big Data es escaso y apenas hay comunicación con los pacientes utilizando las redes sociales. Los que lo hacen emplean su tiempo personal en la mayoría de los casos".

Por otra parte, recuerda también que a día de hoy existen demasiadas apps, de manera que no se sabe muy bien "cuáles son buenas y cuáles son inseguras o directamente una estafa, y los profesionales sanitarios no las suelen prescribir. Por ello, es necesario que los profesionales prescriban aquellas que son útiles y contrastadas". Además, tampoco se puede pasar por alto la gran fragmentación que hay entre CC AA en el uso de la eSalud. "Cada CC AA emplea su propio sistema de historial clínico electrónico y receta electrónica, a pesar de que ya sea posible pedir una receta en una comunidad distinta a la que se dispensa. Además, tenemos diferentes niveles de desarrollo en inversión en tecnología y en formación a profesionales sanitarios", concluye.

Para leer el artículo completo, haz clic en el PDF adjunto