¿Cómo funciona la inmunoterapia alergénica y cuáles son las principales ventajas?

La inmunoterapia es, hoy por hoy, el mejor y el único tratamiento que tenemos que es capaz de cambiarnos el curso natural de una enfermedad. Es decir, es un tratamiento que va a hacer que esa enfermedad no progrese. Existen muchos estudios en medicina básica que nos orientan sobre los mecanismos inmunológicos que van sucediendo. Lo que estamos viviendo es que se está creando, a raíz de administrar la inmunoterapia, un perfil de pacientes más inmunotolerantes hacia esos alérgenos.

¿Con la inmunoterapia terminan por desaparecer los síntomas?
Como he comentado anteriormente, esta es la única medicación, hasta la fecha, que es capaz de cambiar el curso natural. Extrapolándolo a un lenguaje coloquial significa que un paciente que nos llega, que está con síntomas perennes, que su enfermedad a lo mejor empezó que una rinitis pero que cuando nos llega tiene asma, con la inmunoterapia no solo el asma desaparece o entra en remisión, sino que la rinitis ha mejorado. O, incluso, muchos pacientes que nos llegan con una sintomatología prácticamente continua, con un importante impacto en su calidad de vida, y que a raíz del tratamiento hacen una vida normal. Esto provoca un ahorro a largo plazo, tanto de mejoría clínica del paciente como de ahorro en el consumo de medicación.

¿El tratamiento funciona a partir de la primera dosis?, ¿Cuántas dosis hay que administrar para ver los efectos?
Los tratamientos son personalizados, porque no hay dos enfermos iguales. Es cierto que cada día, en base a las nuevas pautas y los nuevos extractos de que disponemos, estamos percibiendo una mejoría mucho más precoz, aunque no se puede generalizar. Si bien no es extraño ver cómo pacientes, desde las primeras dosis, empiezan a notar mejoría.

¿Es la inmunoterapia la solución a los problemas de adherencia al tratamiento?, ¿Cuáles son las ventajas en cuanto a la adherencia?
No. El tratamiento del paciente alergológico tiene que ser integral. Es decir, el paciente tiene que ser consciente y conocedor de su enfermedad para que adopte las medidas de autoprotección que necesita. Además, el paciente debe estar controlado, porque cuanto más controlado esté con mayor rapidez se conseguirán los beneficios y ganaremos antes su adherencia. Por eso tenemos que explicarle por qué tiene que mantener, de forma continuada, la toma de la medicación.
En cuanto a las ventajas de la adherencia, en muchas enfermedades de larga evolución estamos viendo que ganarnos la adherencia del paciente es harto complicado. De ahí que sea realmente importante transmitir al enfermo que la ventaja principal es el resultado que va a empezar a notar con un tratamiento continuado.

¿Y qué beneficios aporta al SNS?
Muchos. Existen numerosos estudios y publicaciones que destacan que la inmunoterapia es el fármaco con mayor coste-beneficio de cara al SNS o de cara a la sociedad (hablamos de enfermedades alérgicas). La inmunoterapia aporta una reducción de costes importante, tanto directos como indirectos, en cuanto a calidad de vida, menor consumo de medicamentos, etc.

¿Se está desarrollando algún proyecto innovador en la adherencia en el tratamiento de pacientes con asma?
Es una obligación nuestra y cada vez estamos teniendo mejores fármacos, mejores medicamentos y disponemos de mejores herramientas para diagnosticar y tratar a los pacientes. Pero nos hace falta, y es algo que ha señalado también la OMS, mejorar la adherencia del paciente. De ahí que tengamos que indagar en nuevas formas, nuevas herramientas en la relación médico/paciente para transmitirle al enfermo la importancia de esa adherencia. En nuestro hospital hemos puesto en marcha una especie de consulta cuya finalidad es el control de la inmunoterapia en sí y hacemos hincapié en lo que es la adherencia integral al tratamiento.

¿Puede optar cualquier persona con alergia al tratamiento con inmunoterapia?
La inmunoterapia tiene unas indicaciones, de ahí que cualquier paciente que cumpla una serie de criterios médicos, que están consensuados, es lógico que opte a ello. Al igual que respecto a las contraindicaciones. Hay algunas que son muy claras y los alergólogos sabemos cuándo no prescribir la inmunoterapia.

Finalmente, ¿cuál es la situación de la inmunoterapia alergénica en España?, ¿se está usando?
Estamos en un momento muy gratificante. Disponemos de medicamentos cada vez más estandarizados, más regulados, cada vez más los profesionales somos capaces de explicar mejor la relevancia de la inmunoterapia, hay una mayor divulgación de este tratamiento y la sociedad lo está entendiendo cada vez mejor. En este sentido, hay una derivación cada vez más fluida. Tenemos que seguir trabajando para mejorarlo y no quedarnos solo ahí, sino mejorar las pautas, ganarnos al paciente y hacer que el cumplimiento sea más fácil para el enfermo, entre otros aspectos.