María Ángeles López Orive, subdirectora general de Ordenación Profesional, ha anunciado que, debido al retraso de la acreditación de unidades docentes de formación sanitaria especializada que se ha acumulado en los últimos años, de aquí a final de año se van a aprobar alrededor de 250 solicitudes que cuentan ya con todos los pasos positivos. De estas 250, alrededor de 80 son unidades docentes multiprofesionales, muchas de las cuales de AP. "Intentaremos ver por qué no han salido hasta el momento", ha explicado la subdirectora general, quien ha señalado que uno de los motivos recae en la rigidez de los requisitos.

Al remontarse algunas de esas solicitudes a 2013, López Orive ha indicado que en caso de que los informes de las unidades sean positivos "pediremos a las CC AA que nos confirmen cuáles quieren que salgan y hay casos en que las CC AA ya no las quieren". En los casos de discrepancia, "nos sentaremos con las CC AA e intentaremos entre todos llegar a lograr un criterio desfavorable o no".

Estas declaraciones las ha realizado la subdirectora general de Ordenación Profesional durante la mesa de formación en el marco del 40º Congreso Nacional SEMERGEN. Allí también ha indicado que las plazas MIR para Medicina Familiar y Comunitaria se han incrementado en un 12% en los últimos años y que se está estudiando si "el déficit de médicos es real o si no es tanto cuestión de médicos, sino de plazas y lugares de cobertura". Algunas de las medidas ante este déficit son: identificarlo, incentivar a especialistas para las plazas deficitarias; información sobre contratos y plazas/disponibles; facilitar la homologación de extracomunitarios que pueden tender a ocupar esas plazas que los nacionales o quieren; evitar las fugas entre autonomías; el estudio de necesidades de especialistas, y flexibilizar y agilizar la acreditación docente, entre otras. Finalmente, en su intervención ha puesto en valor el papel de los médicos de Familia y Comunitarios: "Tienen un rol muy importante para garantizar la equidad y para reducir desigualdades en salud".

La industria y la formación

Por su parte, José Ramón Luis-Yagüe, director del Departamento de Relaciones con las CC AA de Farmaindustria, ha remarcado la época de cambios en la que nos encontramos. "Los conocimientos actuales hace que estar al día sea más difícil. Tenemos conocimientos sobre biología molecular que cambian el abordaje total de la enfermad. Hay más de 7.000 nuevos medicamentos en distintas fases de desarrollo". Unos desarrollos que, según él, "surgen de la colaboración imprescindible entre mundo sanitario e industrial". De cada 100 euros que se destina en España en I+D 20 euros proceden de la industria farmacéutica innovadora.

En cuanto a la formación, ha asegurado Luis-Yagüe que "ésta se produce a varios niveles" pero basada en cuatro premisas fundamentales: rigor, independencia, calidad científica y trasparencia. Además del patrocinio directo, Luis-Yagüe ha explicado a los asistentes otra vía de colaboración menos conocida que se basa en la disposición sexta de del Real Decreto legislativo 1/2015 por la cual "la industria farmacéutica tiene que aportar hasta el 2% de sus ventas a la sanidad pública". Así, entre 2011 y 2015 ha aportado una media de 126 millones de euros anuales, que "tienen que destinarse a políticas de cohesión sanitaria, al Instituto de Salud Carlos III, a programas de formación de profesionales sanitarios y programas de educación sanitaria y uso racional de los medicamentos".

También ha hablado del patrocinio directo y de que la entrada en vigor del código deontológico de Farmaindustria "no solo no ha disminuido la colaboración, sino que ha aumentado. En 2016, lo que la industria colaboró para congresos científicas fue de 112 millones. En 2017, 115 millones".

La tercera parte de la mesa ha corrido a cargo de María Dolores Aicart, médico de familia y vocal de la Junta Directiva Nacional de SEMERGEN. La doctora ha explicado el papel de las Sociedades Científicas en la formación, en este caso SEMERGEN. Sin embargo, primero ha hecho una demanda: "Queremos que la formación sea acreditada y sirva para algo. Existen problemas y diferencias para acreditación de actividades de formación. En algunos casos se tiene que esperar más de un año para tener este reconocimiento".

Para Aicart, se tiene que establecer herramientas para individualizar necesidades formativas y poder evaluarlas. En este caso, son "las Sociedades las más capacitadas para determinar los criterios estándar de calidad y diseñar las herramientas de manera individual".