Los médicos llevan tiempo diciéndolo y los números así lo demuestran. Mientras que la Atención Primaria es uno de los servicios mejor calificados por la población española, la realidad es que la especialidad está viviendo unos momentos muy duros debido a un acusado deterioro y la sobrecarga asistencial creciente.

Por lo menos así se desprende de la encuesta que realiza anualmente SEMERGEN previa a su Congreso. En ella, la Sociedad pregunta a sus socios sobre temas de actualidad y controversia relacionados con la profesión y la situación general del SNS.

Pese a las posibles limitaciones de la encuesta, en la que han participado 734 socios (casi un 30% de médicos con plaza en propiedad y más del 44% de médicos residentes), sí que quedan claras ciertas cosas: los médicos de AP consideran que cada vez trabajan más, en peores condiciones y se mantienen las complicaciones para poder formarse, investigar o asistir a congresos médicos.

De esta manera, el 80% de los encuestados considera que la presión asistencial que soportan es superior a la del año pasado y que, además, se ha incrementado la carga burocrática. De hecho, el 22,21 % asegura que el número de pacientes que tienen adscritos se sitúa entre los 1.000 y los 1.500, el 40,46 % entre los 1.500 y los 2.000, y alrededor de un 7 % que tiene más de 2.000 pacientes. Se debe recordar que el cupo de 1.500 pacientes es el que se considera aceptable. Por otra parte, el 73 % de los participantes han asegurado que visitan entre 30 y 50 pacientes de media cada día. Sin embargo, hasta un 14 % asegura atender a más de 50 pacientes por día.

Es destacable, también, que dos tercios de los encuestados aseguran que más del 30 % de pacientes a los que atienden padecen alguna enfermedad crónica.

Asimismo, otro dato destacable es que el 90 % de los socios que han participado en la encuesta realizada online cree que el nivel general de la asistencia sanitaria en AP en nuestro país está igual (49 %) o peor (39 %) que el año pasado. Además, prácticamente la totalidad de los participantes (el 97 %) asegura que la AP española no recibe la dotación presupuestaria pertinente.

En cuanto al uso de las TIC, parece ser que, pese a las dificultades, van entrando poco a poco en las consultas de AP. Así, el 72 % ha reconocido que ha aumentado el uso de nuevas tecnologías de salud 2.0 en su práctica diaria. Sin embargo, todavía hay un 50 % que no receta apps de salud a sus pacientes.

Seguir trabajando

Una sociedad que se lanza estrepitosamente a la cronicidad y a los pacientes pluripatológicos necesita de un sistema sanitario que trabaje codo a codo. A pesar de ello, el 39 % de los participantes en la encuesta cree que la colaboración e interrelación de la AP con la Atención Especializada todavía es mala. La gran mayoría también cree que es mejorable la colaboración de los médicos de AP con la farmacia comunitaria. En cuanto a la futura aprobación del Decreto de Prescripción Enfermera, a la mitad de los socios de SEMERGEN les crea cierta incertidumbre, aunque el 26 % considera que puede ser algo beneficioso. Solo el 7 % lo considera un obstáculo para su práctica habitual.

En la prescripción de fármacos innovadores y/ el acceso a nuevas tecnologías en AP tampoco se tiene las cosas claras. Y es que el 27 % aprecia que hay más dificultades que el año pasado. De hecho, casi el 50 % se queja de tener acceso a determinadas pruebas complementarias esenciales y aseguran que el visado de inspección para fármacos es un mecanismo de control con criterios economicistas.

Por lo que a la formación se refiere, el 90 % se queda de que la Administración impone algunos o muchos obstáculos para acceder a iniciativas de formación y/o congresos médicos. Además, las sociedades científicas e industria farmacéutica se reparten la carga de formación que recibe el médico (31 y 36 % respectivamente).

El 70 % acepta la Validación Periódica de la Colegiación y la Recertificación periódica en Medicina Familiar y Comunitaria, algo que promueve, sin duda, SEMERGEN, y, también el 70 %, están preocupados por la situación actual de la Troncalidad.

Mirando al futuro, los socios no terminan de verlo claro. Y es que el 32 % se muestra optimistas de cara a los próximos años, pero un considerable 60 % lo son poco o nada.