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El autotransplante ovárico podría retrasar la menopausia

La extracción y crio conservación de múltiples pequeñas muestras de la corteza ovárica, realizadas a una edad temprana, y la reimplantación repetida de las muestras después de la extinción natural de la actividad ovárica, podrían evitar los efectos adversos de la menopausia.

17/07/2018

Un grupo de científicos belgas trabaja en una nueva técnica para retrasar la menopausia basada en el autotrasplante del tejido ovárico de la propia mujer, extraído y congelado antes del inicio de la menopausia. "Hasta ahora -explica el doctor Jan Tesarik, director de la clínica MARGen de Granada- los autotrasplantes de ...

Un grupo de científicos belgas trabaja en una nueva técnica para retrasar la menopausia basada en el autotrasplante del tejido ovárico de la propia mujer, extraído y congelado antes del inicio de la menopausia.

"Hasta ahora -explica el doctor Jan Tesarik, director de la clínica MARGen de Granada- los autotrasplantes de tejido ovárico se utilizaban como un método para preservar la fertilidad en casos de daño irreversible a los ovarios, causados por diferentes enfermedades o intervenciones terapéuticas".

En la mayoría de los casos, el autotrasplante restauró la actividad ovárica en lo que concierne a la secreción hormonal. Sin embargo, la duración de esta actividad depende de la edad de la mujer en el momento de extirpación del tejido ovárico. Un estudio confirma la persistencia de la actividad del tejido ovárico extirpado a una mujer de 44 años durante 18 meses después de su reimplantación. En el caso de mujeres más jóvenes, de entre 19 y 22 años de edad, el tejido ovárico extraído funcionó durante 6-7 años después de la reimplantación, y el periodo de actividad se pudo extender a más de 12 años después de la repetir de la intervención.

"Estos resultados -indica Tesarik- sugieren que una extracción y crio conservación de múltiples pequeñas muestras de la corteza ovárica, realizadas a una edad temprana, y la reimplantación repetida de las muestras después de la extinción natural de la actividad ovárica, podrían evitar los efectos adversos de la menopausia durante largos periodos, sin recurrir a la terapia hormonal sustitutiva".

El doctor Tesarik destaca dos aspectos importantes de esta técnica. "El primero es que parece suficiente realizar implante subcutáneo de un solo pequeño trozo de la corteza ovárica en un sitio ectópico y fácilmente accesible, como por ejemplo el antebrazo. El segundo, es que las exigencias sobre el funcionamiento del tejido implantado se limitan a la secreción de hormonas y no incluyen la producción de óvulos fecundables. El implante se puede realizar con anestesia local y quitar fácilmente en caso de necesidad".

Sin embargo, según el doctor Tesarik, queda por ver la viabilidad de someter a mujeres jóvenes sanas a una intervención quirúrgica innecesaria en el momento, con el único objetivo de realizar un tratamiento que parece útil hoy día, pero con la perspectiva de su aplicación 20-25 años más tarde, especialmente cuando se investiga en otros tratamientos, no invasivos. "Si es más que razonable -señala- crio conservar el tejido ovárico en todos los casos de una indicación médica inmediata para su extirpación".

Pros y contras de los tratamientos hormonales

La menopausia es la desaparición de la menstruación, causada por un cese de producción de hormonas femeninas en los ovarios. Sin tratamiento, la menopausia suele provocar una serie de inconvenientes, tales como sequedad vaginal, dolor durante el coito, cambios emocionales y cambios metabólicos que pueden llevar a sobrepeso y obesidad, pero también aumenta el riesgo de enfermedades serias, tales como fracturas óseas debidas a la osteoporosis, diabetes, enfermedades cardiovasculares o depresión. El tratamiento hormonal sustitutivo puede paliar los síntomas de la menopausia pero conlleva otros riesgos, como la potenciación de los tumores del endometrio y mama o alteraciones tromboembólicas, hepáticas y de la vesícula biliar.

Vivir más años

La esperanza de vida ha crecido de 48,3 años en 1900 hasta 80 años en 2000 y se estima que la mitad de todas las niñas nacidas hoy día vivirán más de 100 años. Sin embargo, esta mayor longevidad no se corresponde con una prolongación de la actividad ovárica y las mujeres que vivirán más de 100 años podrían pasar la mayor parte de su vida en el estado de menopausia.

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