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España tiene un número bajo de camas dedicadas a salud mental

La Sociedad de Psiquiatría de Madrid presenta el primer Libro Blanco de la Atención a la Salud Mental en la Comunidad de Madrid, que apunta que España está por debajo de la Unión Europea en número de psiquiatras por cada 100.000 habitantes.

26/02/2018

El Libro Blanco de la Atención a la Salud Mental en la Comunidad de Madrid (CAM), presentado este lunes por la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, evalúa los servicios de salud mental que se prestan en la región y pretende ser una guía para reducir su heterogeneidad. Marina Díaz Marsá, ...

El Libro Blanco de la Atención a la Salud Mental en la Comunidad de Madrid (CAM), presentado este lunes por la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, evalúa los servicios de salud mental que se prestan en la región y pretende ser una guía para reducir su heterogeneidad. Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y jefa de Sección de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, declaró que la idea es identificar las áreas de mejora.

Celso Arango, coordinador de este libro blanco, vocal de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, recordó que, para su elaboración, se ha contado con distintos profesionales (no sólo de la enfermería, de la psicología o de la medicina de Atención Primaria) y con asociaciones de pacientes y familiares. "A la hora de identificar los problemas, se nota este peso que han tenido las nueve asociaciones que han colaborado", matizó.

"La Comunidad de Madrid ha tenido un plan de Salud mental, que estuvo en vigor hasta el año 2014. En 2015, dijimos que para hacer un nuevo plan de salud, para poder priorizar una serie de políticas sanitarias, vamos a ver qué es lo que tenemos y qué es lo que no tenemos cuando nos comparamos con estándares europeos y con estándares a nivel nacional", expuso. Informó de que "España tiene un número bajo de camas, tanto en hospitales generales como camas específicas de psiquiatría en general". En nuestro país, hay 11,9 camas dedicadas a salud mental en hospitales generales por cada 100.000 habitantes mientras que hay 22 en Europa. Madrid, en total, tiene 37 camas totales de psiquiatría, incluyendo hospitalarias y no hospitalarias, estando en un número promedio a nivel nacional.

Respecto a número de psiquiatras por cada 100.000 habitantes, España también está por debajo de la Unión Europea. En Europa, la media es de 13,9 psiquiatras; mientras que en España es de 8,08. "Somos el antepenúltimo país en ese ratio de psiquiatras por cada 100.000 habitantes", advirtió. El ratio va desde los 29 de Noruega o los 20 de Bélgica hasta los 4,9 de Portugal.

La Comunidad de Madrid, en lo que es plazas de psiquiatra hospitalario o de centros de Salud mental, está por encima de la media en España con 8,43 en hospital y con 4,02 en centros de Salud. En psicólogos clínicos y en enfermería específica de Salud mental, Madrid está por debajo de la media. En psicólogos, la media en la Comunidad de Madrid es de 1,88 frente a 2,19 a nivel nacional. En cuanto a enfermería, en la Comunidad de Madrid es de 1,57 frente a 1,96 a nivel nacional. Asimismo, con este libro blanco, que cuenta con el apoyo de Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson, se ha comprobado que la región ha aumentado el número de pacientes nuevos más que en el resto de España. Esto ha hecho que el ratio entre sucesivas y primeras visitas haya tenido una dirección inversa que en el resto de CC AA. "Vemos más nuevos, pero tenemos menos tiempo para ver revisiones. Cuando vemos a un paciente, se espacia más el tiempo que tardamos en verle por segunda, por tercera o por cuarta vez", indicó. A su juicio, es muy importante cuántas veces se puede ver a una persona que mantiene una patología.

Otro aspecto detectado, tal y como precisó Arango, es la falta de homogeneización y la falta de estandarización de la actividad asistencial. "El 50% de los entrevistados decía que no utilizaba las guías clínicas. Y más del 60% decía que no tenía indicadores específicos para evaluar la calidad asistencial. Por tanto, se está dando una asistencia que, en ocasiones, depende mucho de la formación y del interés de la persona; pero que no siempre está alineada con lo que es la evidencia científica o las guías clínicas", sostuvo. En ese sentido, "una persona, dependiendo de donde vida, con la misma patología, puede acabar en un dispositivo o en otro y recibir una asistencia u otra asistencia".

Preguntados los profesionales sobre cambios positivos; se apunta a la profesionalización y al papel creciente de las asociaciones de pacientes y familiares, a la libre elección de centro y de médico, a la apertura de nuevos hospitales con servicios de Psiquiatría y al desarrollo de hospitales de día. Los cambios negativos son la mayor ratio de pacientes por profesional (el que aumenta la demanda con reducción de recursos), los cambios frecuentes en la composición de los equipos asistenciales (la rotación), la reducción del tiempo disponible por paciente y el aumento de las listas de espera.

Por otro lado, un 80% de los especialistas encuestados para la elaboración del libro detecta un incremento del número de consultas ocasionadas por problemas en la vida cotidiana tales como trastornos comunes de la ansiedad, estrés, depresión, tensiones adaptativas, contrariedades de la vida diaria o problemas de rendimiento escolar, de trabajo o de familia. Un 69% detecta que hay perfiles emergentes como trastornos de la personalidad y de la conducta. Un 55% detecta que sus pacientes son más demandantes en tratamientos y en recursos. Un 53% detecta un aumento de pacientes con patología dual y trastornos adaptativos. Un 45% detecta que los pacientes son cada vez más jóvenes.

El libro propone áreas clave de mejora de la atención a la salud mental de la Comunidad de Madrid: adaptar los recursos a la demanda; la coordinación entre niveles; la falta de programas de continuación de cuidados; el desarrollo de programas de atención específicos para patologías emergentes, trastorno mental grave y lucha contra el estigma; la reducción de la carga de trabajo de los profesionales, a través de la reducción de la atención a patología menor y la priorización de la patología grave; la estandarización de la asistencia en base a la evidencia científica, con una mayor implantación de guías de práctica clínica y protocolos; el eliminar la separación entre atención a la salud mental y el resto de la asistencia sanitaria; el fortalecimiento de la red de atención dirigida a niños y adolescentes, y la detección precoz; la mejora del nivel de integración, calidad y acceso a la información para la toma de decisiones e investigación específica en salud mental; la mejora de la formación en competencias en Salud mental; y el cuidar a los profesionales con herramientas de manejo emocional de situaciones complejas y fórmulas de reconocimiento.

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