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La mayoría de hombres con disfunción eréctil tratados con ondas de choque puede practicar sexo sin medicación

El tratamiento de ondas de choque para la disfunción eréctil permite mejorar las erecciones en el 70% de los casos.

16/03/2017

El 60% de los pacientes con disfunción eréctil (DE) tratados con ondas de choque son capaces de tener relaciones sin medicación, según un estudio de Boston Medical Group presentado este jueves en Madrid, en el I Simposio de Avances en Salud Sexual Masculina. Esta técnica permite mejorar en el 70% ...

El 60% de los pacientes con disfunción eréctil (DE) tratados con ondas de choque son capaces de tener relaciones sin medicación, según un estudio de Boston Medical Group presentado este jueves en Madrid, en el I Simposio de Avances en Salud Sexual Masculina. Esta técnica permite mejorar en el 70% de los casos las erecciones de pacientes con DE de origen vascular, “de forma eficaz, indolora y sin efectos secundarios”, según este trabajo. En él se analizaron los datos de 350 pacientes que recibieron entre dos y tres ciclos de terapia de ondas de choque, en lugar del protocolo estándar de sólo uno.

El tratamiento con ondas de choque es una técnica novedosa que se utiliza como complemento al tratamiento farmacológico para la DE. “El principal objetivo que tenemos para estos pacientes es que consigan tener relaciones sexuales y poder abandonar la medicación o, por lo menos, reducir la dosis de la misma”, asegura el doctor José Benítez, director médico de Boston Medical Group en España. De esta manera, se consigue mejorar la calidad de vida de los pacientes, “que además dejarán de depender de un fármaco para poder tener relaciones sexuales”, señala. Los candidatos a recibir este tratamiento son los que tienen DE de origen vascular, lo que sucede en el 90% de los casos.

El tratamiento de ondas de choque no es invasivo, es seguro, ya que no tiene efectos secundarios, e indoloro, por lo que no requiere anestesia, ni sedación, así como otros procedimientos preparatorios. “Consiste en aplicar ondas de baja intensidad con un efecto de neovascularización o angiogénesis, para la regeneración de los vasos sanguíneos situados en el pene”, explica el doctor Benítez. Con ello, añade, “se consigue mejorar la circulación en la zona y, por tanto, las posibilidades de mantener una erección”. Teniendo como referencia el IIEF (International Index Erectil Function), los pacientes analizados por Boston Medical Grouop mejoraron un 27% las puntuaciones de leve/moderada y superiores después de seis meses de tratamiento.

El tratamiento se reparte en cinco sesiones de 20 minutos distribuidas en cinco semanas, que son las que conforman un ciclo. El estudio realizado por Boston Medical Group ha permitido concluir que el 85% de los pacientes tratados mejoran con varios ciclos de ondas frente al 69% con un solo ciclo. Sin embargo, “si el paciente no controla los factores de riesgo causantes, como la diabetes, la obesidad, el exceso de peso, la hipertensión, el colesterol, o el consumo de alcohol y tabaco el tratamiento no resultará del todo efectivo”, señala el doctor Benítez. Este tipo de factores contribuyen a que cada vez más jóvenes tengan problemas de erección por causas orgánicas. Así, un trabajo realizado en Italia y publicado en febrero en la revista Translational Andrology and Urology confirma que los factores de riesgo metabólico y cardiovascular contribuyen al inicio de la DE con especial relevancia en hombres jóvenes sanos.

La disfunción eréctil suele ser más común a partir de los 40 años pero puede aparecer a cualquier edad. Los pacientes analizados en el último estudio de Boston Medical Group tenían una media de edad de 55,8 años. En el 90% de los casos se debe a factores orgánicos o físicos, y solo en el 10% a factores psicológicos. Es importante que ante la presencia de estos síntomas se acuda a la consulta de un experto en salud sexual masculina. “Él podrá determinar el origen del problema, que puede estar en enfermedades como la hipertensión y colesterol, y el tratamiento más adecuado a cada caso”, comenta el doctor Benítez. Sin embargo, según datos recientes de Boston Medical Group más de un tercio de los hombres que padecen DE deja pasar más de tres años para recibir tratamiento y más de la mitad al menos un año. 

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