“Las estrategias inmunoterapéuticas potencian la capacidad del sistema inmunitario de combatir las células cancerosas”, afirma el autor principal, David Avigan. “Al crear una vacuna personalizada, utilizamos este potencial del sistema inmunitario se dirigirse al cáncer y así evitar los efectos secundarios de la quimioterapia”.

Los pacientes con leucemia mieloide aguda podrían conseguir una remisión con la quimioterapia, pero la recidiva es bastante frecuente y muchos pacientes suelen sucumbir a los efectos de la enfermedad. En este estudio llegado a cabo por el BIDMC Cancer Center y Dana-Farber Cancer Institute, se han desarrollado vacunas personalizadas para 17 pacientes con leucemia mieloide aguda en fase de remisión tras haber finalizado el tratamiento con quimioterapia.

Los resultados muestran que un 70% de los participantes en el estudio permanecieron en remisión tras un período de seguimiento superior a cuatro años. Tras una serie de inyecciones de la vacuna, los pacientes mostraron un aumento del número de linfocitos T específicos de la leucemia en la sangre y en la médula ósea. Los linfocitos T son células inmunitarias fundamentales en la capacidad del organismo de reconocer y recordar a los patógenos como virus o, en este caso, como células cancerosas.