El fulcro cardiaco, punto de apoyo del miocardio: investigación e implicaciones clínicas

La admiración del doctor Jorge Trainini , exdirector ejecutivo del Hospital Presidente Perón de Buenos Aires (Argentina) y miembro de la Fundación Practicum , hacia su colega español Francisco Torrent Guasp le llevó no solo a escribir un libro reivindicando su aportación a la medicina, "El explorador del corazón", sino a realizar él mismo una investigación que desembocaría en resultados inéditos. Torrent-Guasp realizó desde 1954 investigaciones anatómicas a través de las cuales demostró que la arquitectura cardíaca consiste en una banda muscular plegada sobre sí misma en una doble hélice que conforma ambos ventrículos. Este hallazgo permitió mejorar los procedimientos quirúrgicos y comprender mejor que nunca la anatomía cardíaca.

Trainini y su equipo iniciaron una investigación hace 10 años, desplegando cientos de corazones y demostrando la certeza de la teoría del cardiólogo español. Dicha investigación fue publicada en la prestigiosa revista Morphologie el pasado año bajo el título de "Myocardial torsion and cardiac fulcrum". En ella, los autores explicaban que el desarrollo de la banda miocárdica muestra que comienza y termina en el origen de los grandes vasos y que el miocardio se une a estos anillos, pero no se inserta en ellos. " Siempre se consideró que debía existir un extremo fijo de la banda muscular que le permitiera una rotación helicoidal para cumplir sus movimientos fundamentales de acortamiento-torsión (sístole) y elongación-distorsión (succión) ", indican los investigadores.

La inevitable pregunta que surgió es que para que las bandas que rodean los ventrículos se tuerzan deben tener un punto de apoyo. ¿Existe ese punto de apoyo en el corazón? En algunos animales sí, pero en el humano era algo incierto.

El equipo comenzó a explorar corazones de animales y humanos. Encontraron entonces una estructura ósea de 2,5 cm x 1,5 cm y asociaron este hallazgo con la pregunta de " cómo un músculo sin soporte alguno, como se consideraba al corazón, en situación de músculo aislado en el mediastino, podía eyectar la sangre contra la ley de gravedad para que saliese por la aorta y con una potencia formidable ".

Trainini recuerda que " el corazón es una bomba de succión-expulsión con un tamaño equivalente a un puño humano y un peso promedio de 270 gramos, que impulsa de 4 a 6 litros/minuto a una velocidad de 200 cm/s. Además, tiene un consumo de solo 10 vatios; trabaja en continuidad durante 80 años sin mantenimiento y casi sin ruido y con una tarea equivalente a extraer desde 1 m de profundidad 1 tonelada de agua diaria con una eficiencia mecánica (relación trabajo/ energía) del 50 %, no alcanzada por las máquinas construidas por el hombre, las cuales llegan al 30%. Su eficacia permite expulsar el 70% del contenido ventricular izquierdo con solo un 12% de acortamiento en su unidad contráctil, el sarcómero ".

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