Consultado sobre los retos que tiene planteados la Sanidad de la Comunidad de Madrid, el director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria en la región, doctor César Pascual, entendió que son los mismos que debe superar la sanidad española en su conjunto. Por un lado garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario y, por otro, avanzar en la transformación necesaria para que ese primer objetivo pueda cumplirse.

A pesar de no estar de acuerdo con la tendencia actual que existe de considerar la sanidad como un bien de consumo, Pascual habló, sin embargo de “sobreconsumo” de este bien. Esto resultó especialmente evidente para el político por el número excesivo de consultas y hospitalizaciones, si se compara con los ratios internacionales de países equivalentes a España.

Sobre el debate actualmente muy candente de las colaboraciones público privadas en el ámbito de la sanidad, Pascual señaló que este tipo de colaboraciones tienen mucho potencial. Por ello, resulta equivocado, en su opinión pretender excluir lo privado de la sociedad de la que forma parte. Especialmente si se habla de sanidad. Dentro de las distintas fórmulas en las que lo privado puede ponerse al servicio de lo público en este sector, lo primero que destacó Pascual fue que, en modo alguno, son inventos actuales, sino que se vienen realizando desde hace mucho tiempo, por muy variadas administraciones sanitarias y CCAA, en forma de conciertos, concesiones, etc., con entidades con y sin ánimo de lucro. Para el político de la sanidad madrileña, estos cauces aportan eficiencia y sostenibilidad, pero también innovación, porque la competencia comparativa con la iniciativa privada sirve de acicate para la modernización del sector público.

A pesar de esos argumentos a favor de la colaboración público privada, Pascual identificó como debilidad que, actualmente, este tipo de contratos, muchos de ellos muy antiguos como se ha visto, están en el centro del debate político. Este se resume, muchas veces con la simplificadora etiqueta de “privatización”, cuando realmente no se trata de eso, ya que eso no encajaría en el modelo social del país.

En el terreno de las listas de espera en la Comunidad de Madrid, Pascual admitió que también suelen estar de actualidad por las críticas que reciben aunque, sin embargo, tales descalificaciones no responden a su verdadero funcionamiento. En opinión del director general, estas listas observadas de manera objetiva merecen figurar entre las mejores del país, sino las mejores en algunas especialidades, sin ningún género de duda. En ese sentido, Pascual afirmó que los procesos patológicos “serios”, no ya solamente graves, son atendidos en plazos muy breves. En el 80% de estos pacientes con procesos complejos, las esperas no superan los 45 días. En cuanto a los casos que si revisten gravedad, son atendidos de forma inmediata, y sin entrar siquiera en esas listas de espera. No obstante, el responsable de la sanidad madrileña admitió que los problemas de salud más banales, como los juanetes o las cataratas, que no superan el 20% del total de los pacientes, si se van a 120 ó 140 días de espera.

Así mismo, Pascual adelantó que la Comunidad de Madrid está trabajando en un nuevo proyecto de ley de ordenación farmacéutica para favorecer el nuevo rol que debe jugar el farmacéutico comunitario como agente de salud. Este nuevo proyecto, va mucho más allá de garantizar el convenio suscrito entre la Comunidad de Madrid y el Colegio de Farmacéuticos de la región. De hecho, la administración autonómica está colaborando estrechamente con la profesión farmacéutica en todo tipo de campañas sanitarias, junto a todos los demás que están empezando a estar sobre la mesa, como el plan de ordenación dejará claro, según concluyó Pascual.

Pie de Foto:  El doctor César Pascual, director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid