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El auge de la Neuroinmunología tiene su base en el conocimiento de los mecanismos patogénicos de la EM

Diferentes ensayos clínicos han confirmado los beneficios obtenidos en la evolución de la enfermedad cuando el tratamiento se inicia de forma precoz.

18/11/2016

Hace apenas dos décadas no existían opciones terapéuticas para la esclerosis múltiple (EM). Sin embargo, desde la aparición de los primeros inmunomoduladores han surgido múltiples alternativas de tratamiento. De hecho, dentro de la Neurología, “se trata de la enfermedad en la que más se ha avanzado en los últimos años ...

Hace apenas dos décadas no existían opciones terapéuticas para la esclerosis múltiple (EM). Sin embargo, desde la aparición de los primeros inmunomoduladores han surgido múltiples alternativas de tratamiento. De hecho, dentro de la Neurología, “se trata de la enfermedad en la que más se ha avanzado en los últimos años junto con la patología vascular cerebral”, según ha reconocido el Dr. José Meca, director de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia, con motivo del simposio “Actualidad y futuro de fármacos en EM”, organizado por Merck en el contexto de la LXVIII Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que se está celebrando en Valencia.

“El campo de investigación en EM es amplio y está en continuo crecimiento. En los últimos años hemos experimentado la incorporación de varios fármacos al arsenal terapéutico de esta patología”, ha señalado el Dr. Jaume Sastre-Garriga, subdirector del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat), del Hospital Vall d’Hebron, de Barcelona. “Si bien entendemos que la EM es una enfermedad autoinmune de origen multifactorial cuyo desenlace final es la inflamación-desmielinización y neurodegeneración del sistema nervioso central, el mecanismo exacto por el cual se produce continúa siendo desconocido. A pesar de ello, los conocimientos en Neuroinmunología progresan de manera satisfactoria, y diferentes estrategias terapéuticas intentan abordar posibles dianas relacionadas con la inmunopatogénesis de la enfermedad”.

En la misma línea, el Dr. Meca ha explicado la apuesta por la Neuroinmunología en el abordaje de la EM: “Cada vez se conocen mejor los mecanismos patogénicos de la enfermedad. Sigue sin saberse la causa, pero sí conocemos la función de los linfocitos B y T, de los macrófagos… Al conocer las alteraciones inmunológicas de la enfermedad, se pueden desarrollar nuevos fármacos”, cuyo elemento diferencial radica en una mayor supresión de la respuesta inmune contra el sistema nervioso y una intervención en más vías inflamatorias, entre otras cosas. La eficacia de estos nuevos fármacos se observa en la reducción de la progresión de la discapacidad y del número de brotes, así como de la atrofia cerebral, resultados que se pueden observar mediante resonancia magnética (RM), según el director de la Unidad de EM del Virgen de la Arrixaca.

En cualquier caso, el camino en la esclerosis múltiple sigue siendo largo: “De momento, podemos ofrecer a nuestros pacientes alternativas terapéuticas con el objetivo de prevenir nuevas recaídas clínicas y la aparición de nuevos focos radiológicos de inflamación, evitando la acumulación de discapacidad a corto plazo, pero el control óptimo de la enfermedad no está garantizado. Por otra parte, no disponemos de tratamientos capaces de revertir el daño neuronal establecido”, ha afirmado el Dr. Sastre-Garriga. Además, los pacientes demandan atención en el manejo de síntomas coexistentes que no necesariamente se asocian a brotes o lesiones nuevas y cuya valoración y abordaje son escasos y complejos, como el deterioro cognitivo, el trastorno esfinteriano y la fatiga.

También el Dr. Meca cree que la neurodegeneración es uno de los campos en los que más camino hay que recorrer en la EM: “La inflamación no controlada lleva a la neurodegeneración, y el reto en la próxima década será controlar dicha inflamación totalmente, y sería deseable poder influir también sobre la neurodegeneración”. Al respecto, el Dr. Sastre-Garriga ha añadido que diferentes ensayos clínicos han valorado y confirmado los beneficios obtenidos a lo largo de la evolución de la enfermedad cuando el tratamiento se inicia de forma temprana. Esto implica la recomendación de tratamiento a todo paciente con un CIS de alto riesgo de conversión, así como con diagnóstico de esclerosis múltiple por criterios radiológicos de McDonald 2010, sin que aparezca un segundo episodio clínico o diagnóstico de EM clínicamente definida.

Esas necesidades no cubiertas son las que exigen continuar con el trabajo investigador que se está realizando en los últimos años en la EM y que ha cambiado el panorama de la enfermedad: “De la mano de la evidencia favorable de un inicio temprano del tratamiento inmunomodulador surge la necesidad de un diagnóstico precoz y los criterios de diagnóstico cambian y cambiarán a corto plazo. Desde 2010, es posible hacer el diagnóstico de EM sin demora con una RM única y característica ya en el contexto del primer brote de la enfermedad”, apunta el subdirector del Cemcat.

“Tanto el diagnóstico temprano, como el tratamiento precoz, además del enriquecido arsenal terapéutico disponible hoy en día, nos enfrentan a una población totalmente ‘nueva’ de pacientes. Todo ello, sumado a la actitud cada vez más proactiva del neurólogo, nos permitiría acercarnos de forma esperanzadora a un control ‘óptimo’ de la enfermedad”, concluye el Dr. Sastre-Garriga.

Dentro del simposio se presentaron los dos casos clínicos ganadores de los concursos regionales de esclerosis múltiple de Merck: “Esclerosis múltiple ‘ictus-like’, del equipo del Dr. José Antonio Reyes, del Hospital Regional Universitario de Málaga, y “Desmielinización combinada del sistema nervioso central y periférico”, del equipo de la Dra. Miren Altuna, del Complejo Hospitalario de Navarra, en Pamplona. 

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