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El farmacéutico de hospital, clave para garantizar la supervivencia del injerto en los pacientes trasplantados

La AFH al paciente trasplantado mejora su adherencia al tratamiento y reduce las tasas de rechazo del injerto.

24/10/2016

El farmacéutico de hospital es una figura clave dentro del equipo multidisciplinar que trabaja para garantizar la supervivencia del injerto en los pacientes trasplantados. Su aportación es imprescindible no sólo por su conocimiento en farmacoterapia y su aplicación a cada paciente, sino también para mejorar la adherencia al tratamiento y ...

El farmacéutico de hospital es una figura clave dentro del equipo multidisciplinar que trabaja para garantizar la supervivencia del injerto en los pacientes trasplantados. Su aportación es imprescindible no sólo por su conocimiento en farmacoterapia y su aplicación a cada paciente, sino también para mejorar la adherencia al tratamiento y contribuir así a reducir las tasas de rechazo del injerto. Así lo han puesto de manifiesto los especialistas reunidos durante el Symposium “Papel del farmacéutico hospitalario en el abordaje integral del paciente trasplantado”, organizado por Astellas Pharma, que ha tenido lugar en el 61 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

En este sentido, la doctora María Antonia Mangues, directora del Servicio de Farmacia del Hospital Sant Pau (Barcelona), concreta que, “el farmacéutico de hospital orienta su actividad asistencial a potenciar el buen uso de los medicamentos y, en el caso del paciente trasplantado, incluye disminuir la variabilidad en los niveles de los inmunosupresores en el organismo del paciente”. Como explica, “estos fármacos tienen margen terapéutico estrecho y comportamientos farmacocinéticos variables. Y precisamente la monitorización farmacocinética de los medicamentos con margen terapéutico estrecho está entre nuestras competencias”. Conocer el comportamiento farmacocinético de los inmunosupresores permite anticipar como se absorben, distribuyen y eliminan y utilizar esta información para individualizar sus dosis.

Al respecto, y como afirma el doctor Lluís Guirado, jefe de la Unidad de Trasplante Renal de la Fundación Puigvert (Barcelona), “la variabilidad de la medicación unida a la falta de adherencia al tratamiento son las principales razones por las que se pierden los órganos trasplantados”. No obstante, y como demuestran distintos estudios, los nuevos regímenes de tratamiento están teniendo efectos beneficiosos en el objetivo de lograr un correcto manejo de la inmunosupresión, así como una mejor adherencia por parte del paciente. En concreto, el Dr. Lluis Guirado es autor de los estudios EVOLUTION y REVOLUTION, realizados en práctica clínica habitual en los que han participado 1.800 pacientes pertenecientes a las 22 Unidades de Trasplante Renal en España y cuyos resultados se han presentado en el marco del Symposium.

En el trabajo se estudia durante tres años la evolución de los pacientes tras el cambio de la pauta de medicación con PROGRAF a ADVAGRAF y como concluye el Dr. Guirado, “ADVAGRAF, gracias a su formulación de liberación prolongada y con una sola toma al día, mejora la adherencia al tratamiento por parte del paciente, lo que conlleva menos oscilaciones en los niveles de inmunosupresión y por consiguiente una mejor preservación de la función renal”.

A la vista de los resultados, el doctor José Luis Poveda , presidente de la SEFH,  destaca que, “este tipo de estudios, que presentan datos de la vida real, son vitales para nosotros, ya que podemos obtener resultados clínicos en una población diversa que refleja el rango y la distribución de los pacientes observados en la práctica clínica. Además, permiten estimar los riesgos y beneficios de un medicamento o de una nueva intervención a largo plazo. En definitiva, ofrecen información complementaria a la obtenida de los ensayos clínicos”.

Para que el paciente tolere bien el órgano del donante tiene que bajarse su nivel de inmunocompetencia mediante fármacos inmunosupresores. “Con estos fármacos hay que ser muy estrictos en su dosis y en las horas de administración. Al tener un margen terapéutico muy estrecho el paciente puede exponerse a sufrir un rechazo si no toma la medicación a tiempo o se salta las dosis, o bien ser más propenso a tener infecciones o que aparezcan tumores si toma el fármaco antes de tiempo o más dosis de la debida”, explica el doctor Guirado.

Por tanto, la monitorización farmacocinética que lleva a cabo el farmacéutico de hospital contribuye a que los niveles del fármaco estén dentro de su margen terapéutico, “incluyendo el estudio de posibles interacciones con otros medicamentos que pueda estar tomando el paciente”, añade la doctora Mangues.

Hay que tener también en cuenta que los pacientes trasplantados siguen tratamientos crónicos. “Si el paciente olvida tomar el tratamiento inmunosupresor o considera que ya no lo necesita está poniendo en riesgo la supervivencia del órgano trasplantado”, afirma la doctora Mangues. El farmacéutico del hospital identifica aquellos factores del paciente que pueden comprometer el cumplimiento del tratamiento y los debate con el equipo asistencial y con el propio paciente en busca de soluciones. En este sentido, se trabaja un modelo coparticipativo en el que se persigue que el paciente asuma el compromiso del autocuidado y de un seguimiento farmacoterapéutico adecuado. 

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