Pocas horas antes de que el pleno del Congreso de los Diputados consumara el segundo rechazo a la investidura del candidato Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, posición que actualmente ocupa en funciones; diferentes personalidades del máximo relieve en el sector privado de la Sanidad española expresaron su preocupación por la situación de interinidad política que atraviesa el país. En ese sentido, se alinearon con el resto de sectores industriales y productivos, además de la propia Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a cuyo frente está Juan Rosell.

En primer lugar, el director general de la Fundación IDIS, doctor Manuel Vilches, señaló como perjudicial la situación actual de stand-by, o estado de espera, que sufre institucionalmente el país y la Sanidad, en la que apenas se toman decisiones o simplemente se van poniendo parches, en lugar de sentar unas directrices firmes con planes a largo plazo. Sin embargo, también señaló que el parón gubernamental no es tal que se impida el funcionamiento de, por ejemplo, los hospitales, ya que la Sanidad está transferida a las Comunidades Autónomas y estas no se ven detenidas por la falta de un Ejecutivo central establecido.

Como principal problema para la Sanidad, Vilches señaló que la falta de un gobierno efectivo impide disponer de presupuestos que aprobar. Dado que en los mismos se han de incluir las futuras inversiones que podrían solventar los déficits de obsolescencia de tecnología sanitaria que ya son realmente preocupantes en muchos hospitales públicos.

El mismo viernes también sirvió para desear acierto a la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Fátima Báñez, por su nombramiento en agosto, una vez que se hizo pública la candidatura del ministro anterior, Alfonso Alonso, a presidir el próximo gobierno del País Vasco. Tal como refirió el secretario general de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, causó cierta sorpresa dentro del sector sanitario la elección de la también ministra en funciones de Trabajo y Seguridad Social, dentro de la limitación numérica que suponía elegir entre los actuales ministros, siendo un equipo reducido tras la salida de Alonso y la previa dimisión de José Manuel Soria. Una elección que quizás podría haber recaído en el actual ministro de Justicia, Rafael Catalá, la ex ministra de Sanidad Ana Pastor, actual presidenta del Congreso de los Diputados, o, incluso, en la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. En ese punto, tanto el secretario general Rus, como su homólogo en la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Luis de Palacio, recordaron que la propia vicepresidenta fue ministra del MSSSI en funciones tras la dimisión de Ana Mato, durante la difícil crisis del ébola.

Finalmente, tanto Vilches, como Rus y De Palacio coincidieron en las escasas posibilidades que existen de que pueda haber un nuevo pleno del Consejo Interterritorial del Sistemas Nacional de Salud (CISNS) en los próximos meses, dado el horizonte electoral que tenemos delante.

Pie de Foto:   El doctor Manuel Vilches, director general de la Fundación IDIS (Izda), junto a Carlos Rus, secretario general de ASPE