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Proveedores y provisores de Tecnología Sanitaria insisten en la importancia de reducir las radiaciones

Nuevos protocolos para el uso de tecnología de Tomografía Axial Computerizada (TAC) permiten reducir la dosis de radiación ionizante hasta en un 65%.

14/07/2016

Grandes compañías de Tecnología Sanitaria, como General Electric Healthcare, y centros provisores de asistencia sanitaria como la Clínica Cemtro, de Madrid, han recalcado este jueves, 14 de julio, la importancia de reducir al mínimo posible la dosis de radiación mediante equipos de rayos X y TAC, utilizando protocolos específicos. A ...

Grandes compañías de Tecnología Sanitaria, como General Electric Healthcare, y centros provisores de asistencia sanitaria como la Clínica Cemtro, de Madrid, han recalcado este jueves, 14 de julio, la importancia de reducir al mínimo posible la dosis de radiación mediante equipos de rayos X y TAC, utilizando protocolos específicos. A través de los mismos se busca minimizar de forma muy significativa la radiación de las tecnologías digitales. Con ello, las empresas y entidades que proveen o utilizan estos dispositivos se ajustan a la directiva europea Euratom, que será de plena vigencia en febrero de 2018, obligando a todos los centros hospitalarios a controlar la radiación de sus pruebas e intervenciones realizados con equipos de imagen médica.

En el caso de la clínica Cemtro de Madrid, sus responsables presentaron esta mañana los resultados del plan corporativo de control de las radiaciones ionizantes iniciado hace 2 años. Dicho plan ha conseguido reducir hasta en un 65 % el nivel de radiación que reciben los pacientes sometidos a pruebas como TAC, rayos X o intervenciones no invasivas que utilizan técnicas de imagen. Según refirió el doctor Mario Padrón, jefe del Servicio de Radiodiagnóstico de la clínica, las nuevas tecnologías permiten conseguir reducciones efectivas de hasta el 65% en la dosis de radiación, sin renunciar a la calidad de imagen. Un resultado que se debe a partes iguales tanto a la propia versatilidad de las nuevas tecnologías como a la implicación personal de los profesionales sanitarios empeñados en hacer el mejor uso de las mismas. Estos dos factores están suponiendo, según Padrón, un cambio de cultura en la propia organización asistencial.

El plan desarrollado en el citado centro se efectuó en dos fases. En la primera se procedió a la renovación de los dispositivos, con criterio de menor emisión de radiación. Mientras que en la segunda se contó con la colaboración de la multinacional General Electric (GE Healthcare) para la instalación de un sistema destinado a medir, controlar y archivar todas las pruebas que hayan conllevado radiación, de forma que se pueda disponer en todo momento del historial de radiaciones ionizantes realizada a cada paciente. Siguiendo ambas fases el Criterio Alara, que persigue obtener las mejores imágenes médicas con la menor dosis posible de radiaciones ionizantes. En ese sentido, el doctor Padrón reiteró la necesidad de que la adquisición de equipamientos de imagen médica ya incluya desde el principio la exigencia de reducir la dosis de radiación en todo lo posible. De ahí la necesidad de que, tras la compra de dispositivos se acompañe su uso con estricto sistema de control y seguimiento. Un protocolo de actuación que, según el radiólogo jefe, tiene una mayor importancia en su dimensión personal que en las meras máquinas, ya que únicamente es posible lograr reducciones muy importantes de radiación a partir del compromiso declarado de médicos especialistas y profesionales técnicos, especialmente atentos a la comodidad y seguridad del paciente.

Con la aplicación de este tipo de protocolo, clínicas y hospitales se adelantan al cumplimiento de la nueva normativa europea, la Directiva 2013/59/EURATOM, que regula las normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes. Efectivamente, para cumplir con la legislación europea, los centros hospitalarios deberán realizar un diagnóstico de los niveles de radiación emitidos por su equipamiento, es decir, deberán conocer de forma precisa qué dosis de radiación produce cada equipo de radiodiagnóstico de cada centro sanitario, evaluar si se ajusta a la normativa comunitaria y, si no es el caso, adecuar los equipamientos y emisiones a los estándares establecidos. Todas estas medidas deberán ejecutarse a más tardar el 6 de febrero de 2018, tal como recuerdan periódicamente las autoridades comunitarias.

PIE DE FOTO:   TAC de la Clínica Cemtro de Madrid

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