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Nuevas claves de la relación entre el "colesterol bueno" y la enfermedad cardiovascular

El hallazgo de la Universidad de Oviedo permitirá establecer nuevos biomarcadores para detectar riesgos y diseñar estrategias de medicina personalizada para cada paciente.

13/07/2016

Investigadores de la Universidad de Oviedo han descubierto nuevas evidencias de la relación entre los anticuerpos anti-HDL, relacionados con el llamado colesterol bueno, y la enfermedad cardiovascular. El hallazgo tiene relevancia en el ámbito clínico porque permitirá usar estos anticuerpos como potenciales biomarcadores de riesgo para patologías del sistema circulatorio. ...

Investigadores de la Universidad de Oviedo han descubierto nuevas evidencias de la relación entre los anticuerpos anti-HDL, relacionados con el llamado colesterol bueno, y la enfermedad cardiovascular. El hallazgo tiene relevancia en el ámbito clínico porque permitirá usar estos anticuerpos como potenciales biomarcadores de riesgo para patologías del sistema circulatorio. Los autores del trabajo, que ha sido publicado en la revista Arthritis and Rheumatology, concluyen que la determinación en sangre de los niveles de los anticuerpos anti-HDL facilitará el diseño de estrategias de medicina individualizada en función de las necesidades terapéuticas de los pacientes.

Javier Rodríguez Carrio, investigador del área de Inmunología de la Universidad de Oviedo, recuerda que, desde hace tiempo, es conocido que las lipoproteínas de alta densidad, también conocidas como colesterol HDL o colesterol bueno, son un "factor protector" frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. "Estas lipoproteínas llevan a cabo el transporte del colesterol desde los tejidos hacia el hígado. Evitan así el depósito excesivo de grasa en capilares y arterias, tejidos diana del desarrollo de aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares", comenta Rodríguez Carrio.

Este investigador añade que, sin embargo, en los últimos años han aparecido evidencias que sugieren que el efecto protector del llamado colesterol bueno no parece ser debido en exclusiva a esta función transportadora, sino también a su efecto antioxidante y antiinflamatorio. Además, todavía no se han identificado todos los factores  explican los cambios en los niveles de estas lipoproteínas; algunos autores señalan como responsables a reacciones inmunitarias y mediadores antiinflamatorios.

El grupo de investigación de la Universidad de Oviedo ha desarrollado un método para la detección de anticuerpos dirigidos frente a las lipoproteínas HDL (anti-HDL). Los anticuerpos son proteínas de gran peso molecular que reconocen y bloquean otras estructuras. Son, por lo tanto, señala Rodríguez Carrio, "mediadores clave" en la defensa del organismo frente a agentes infecciosos y otras agresiones. El problema reside en que en ocasiones también pueden generarse anticuerpos que reconocen moléculas propias del organismo, como es el caso de las HDL, y terminan por atacarlas como si de un agente extraño se tratase. Este hecho es la base de la aparición de las llamadas enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario,  que debería protegernos, acaba dañando estructuras propias de nuestro organismo.

Los investigadores de la Universidad, una vez desarrollado el método, han evaluado los niveles de anticuerpos anti-HDL en muestras de suero de diferentes grupos de población: individuos sanos, individuos con diferentes factores de riesgo cardiovascular –diabetes, obesidad, dislipemia, hipertensión o tabaquismo--, y pacientes con artritis reumatoide. Los científicos eligieron a afectados por esta patología por el hecho de tratarse de una enfermedad autoinmune, que lleva asociado un elevado riesgo cardiovascular, sin que se conozca muy bien por qué.

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