Tres entidades comprometidas con el progreso de la Medicina unieron sus fuerzas a lo largo de este lunes de junio para conocer el estado actual de la Psiquiatría, desde distintos enfoques mayoritariamente críticos. Todos confluyeron en el Simposio Internacional sobre “Psiquiatría: Situación actual y perspectivas de futuro”, organizado por la Fundación Lilly y la Fundación Juan José López-Ibor, desarrollándose en la sede madrileña de la Fundación Ramón Areces. Por su auditorio dejaron su testimonio eminentes psiquiatras que, según diferentes formas de expresarlo, tuvieron la fortuna de trabajar con el doctor homenajeado e incluso la dicha de disfrutar de su amistad. Sin embargo, el encuentro también sirvió para confirmar que muchos profesionales de la Psquiatría ocupan un posición bastante inconformista con su propia especialidad.

La primera voz disonante con la actual forma de practicar la Psiquiatría fue la de María Inés López-Ibor Alcocer, hija de añorado médico y continuadora de su obra. Según la conferencia inaugural que pronunció, la especialidad que tanto hiciera avanzar su progenitor, en estos momentos no está sabiendo incorporar los avances que se están experimentando para lograr una mayor precocidad en la detección de la enfermedad mental, así como tampoco se están viendo aplicados a tratamientos más efectivos o a una rehabilitación más eficaz para los pacientes. Según la doctora López-Ibor existen factores culturales que están interfiriendo negativamente en la función asistencial, al tiempo que se está quitando el foco de las psicopatologías como expresión de los trastornos mentales. Dándose una situación en la que a veces se obvia que los síntomas que aparecen en las enfermedades mentales se producen por alteraciones en los circuitos cerebrales implicados en las diferentes funciones mentales. Reflexiones todas ellas que surgieron de su discurso mientras analizó los conceptos de angustia y ansiedad a lo largo de los últimos 100 años.

De la Universidad de Miami (EEUU) acudió el doctor Pedro Ruiz para dejar dicho en primer lugar que el doctor Juan José López-Ibor fue un hombre extraordinario, en su doble vertiente humana y profesional. Un psiquiatra que aun siendo más joven que el propio Ruiz atesoraba una experiencia clínica y científica superior. Junto a estos elogios dedicados al que fuera su mentor, el médico norteamericano también explicó los programas educativos para psiquiatras que viene desarrollando año a año la Asociación Mundial de Psquiatría (WPA), de la que él mismo fue presidente.

El doctor Srinivasa Murthy, consejero para Salud Mental en el Hospital Shankar Mutt de Bangalore (India) analizó el controvertido problema del estigma, fenómeno que acompaña a los pacientes con enfermedad mental, haciendo aún más penosa su situación. Según este psiquiatra índio, dicho estigma nace de prejuicios legales, culturales yreligiosos. Su doble efecto se manifiesta desde el exterior del individuo, en forma de discriminación, pero también desde el interior, con cuadros de muy baja autoestima. Como principales barreras frente a dicho estigma, Murthy mencionó la falsa creencia de que no existe en los países desarrollados y que estos hacen programas para combatirlo muy a corto plazo, cuando lo sensato es trabajar de forma muy prolongada en el tiempo. Como resumen a su intervención, el ponente originario del subcontinente índio, explico que el objetivo debe ser lograr normalizar la percepción social del paciente mental como antes ocurrió con los enfermos de Sida y acudir, siempre que sea necesario a prestar primeros auxílios emocionales a los pacientes mentales.

Concluyeron la sesión los doctores Hans Jürgen Möller, de la Universidad de Munich (Alemania)  y Jorge Alberto Costa e Silva, presidente del Instituto Brasileiro do Cérebro(INBRACER). Mientras que el primero informó que la Farmacología también está en crisis en Psiquiatria, el médico brasileño reconoció que a los psiquiatras les resulta casi imposible curar a sus pacientes, debiéndose contentar únicamente con controlar sus patologías.

Por parte de la farmacéutica Lilly intervinieron en el simposio y la presentación del libro los doctores José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly, y el doctor José Antonio Gutiérrez, consejero honorífico de la compañía. El primero aseguró que la entidad se sintió muy honrada por contar con la participación del doctor López-Ibor en el comité científico asesor, destacando a continuación Gutiérrez los estudios realizados por el ilustre psiquiatra para un mejor conocimiento del cerebro humano desde una perspectiva antropológica y evolutiva.

PIE DE FOTO:     El ex presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría, doctor Pedro Ruíz (Izda), junto al doctor Miquel Abelardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica