En la presentación del estudio ‘Retorno Social de la Inversión de un abordaje ideal de la psoriasis’ —elaborado por Acción Psoriasis, por el Instituto Max Weber, por Novartis y por el Grupo Español de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) —; Pablo de la Cueva, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor, informó de las 22 medidas que propone el documento para un abordaje ideal de la psoriasis. Primero estableció los cuatro terrenos de actuación: diagnóstico, psoriasis leve, psoriasis moderada y psoriasis grave.

Respecto al diagnóstico, De la Cueva explicó que se hará en Atención Primaria y que para ello se tendrá que tener buena información. “Los dermatólogos tenemos que hacer un documento de consenso para cómo establecer un diagnóstico clínico y el seguimiento, aparte de dar información a los pacientes sobre su patología”, aclaró. El estudio pone al paciente en el centro del sistema. De acuerdo con sus palabras, la teledermatología ha de jugar un papel importante. “Tenemos que llevarla a nuestro paciente con psoriasis, pero es un canal de información entre Primaria y Especializada”, matizó.

En lo que a psoriasis leve se refiere, expuso que tendrá que haber reuniones entre médicos de Atención Primaria y Enfermería de Atención Primaria para una distribución de tareas. “Tener hábitos de vida saludable repercutirá en que la psoriasis vaya mejor. La adherencia y cumplimiento terapéutico es muy importante”, subrayó.

Para la psoriasis moderada, “el seguimiento del paciente con un equipo multidisciplinar es vital”. Este equipo multidisciplinar ha de comunicarse para contar al paciente cómo hacer un buen proceso asistencial. Del mismo modo, incluyó en la receta la atención psicológica y la formación del paciente en nutrición y dietética. No hay que olvidar que las personas con psoriasis suelen tener más peso y riesgo cardiovascular que la gente sin ella. Otro tema en la psoriasis moderada es la fototerapia. “Una de las opciones terapéuticas son los rayos ultravioleta A y B y debe estar disponible en todos los centros que tratan psoriasis grave y moderada, con un horario extenso. Hay que gestionar bien esas listas de espera”, sostuvo.

Por último, en el campo de la psoriasis grave, De la Cueva planteó que hay que poner en marcha unidades que cumplan requisitos. “Hay que hacer a estos pacientes un seguimiento, de eficacia, más individualizado. El grupo tendrá que desarrollar un documento monográfico de psoriasis grave. Otro aspecto importante es la derivación con otros servicios. “La artritis psoriásica la lleva el reumatólogo. Nuestros servicios deben estar relacionados. Una derivación eficaz tiene que ser importante. Con el cardiovascular, con el digestivo,… Hay más hígado graso en pacientes con psoriasis que en los que no la tienen”, concluyó.