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Hito en la sanidad pública catalana con el nacimiento del primer bebé mediante vitrificación de ovocitos antes de tratar un cáncer 

El procedimiento, realizado antes de iniciar el tratamiento para un cáncer de mama, ha permitido preservar la fertilidad de la paciente y que diera a luz un hijo sano.

18/05/2016

El pasado 3 de abril nació en Barcelona el primer bebé fruto de un tratamiento de vitrificación de ovocitos ofrecido por la sanidad pública catalana a una mujer que ha sufrido cáncer de mama, gracias al Programa de Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert y el Hospital de Sant Pau ...

El pasado 3 de abril nació en Barcelona el primer bebé fruto de un tratamiento de vitrificación de ovocitos ofrecido por la sanidad pública catalana a una mujer que ha sufrido cáncer de mama, gracias al Programa de Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert y el Hospital de Sant Pau (PRA). Este procedimiento fue recomendado a la madre del bebé cuando, en 2010, fue diagnosticada de cáncer de mama, ya que, tal como indica el doctor Joaquim Calaf, director del PRA, "el hecho de tener que iniciar un tratamiento de quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia hacía que su fertilidad pudiera quedar afectada".

En el momento en que la paciente supo que padecía cáncer de mama, también se tuvo que plantear cuál sería su futuro reproductivo. Con la ayuda de los expertos de la Fundació Puigvert y el Hospital de Sant Pau, decidió realizar el tratamiento para obtener y vitrificar ovocitos y, 15 días más tarde, comenzó la quimioterapia. El 5 de mayo de 2011 se sometió a una intervención quirúrgica para extirpar el tumor y, posteriormente, recibió radioterapia y hormonoterapia. Este proceso finalizó en 2014. Unos meses después, recibió el alta médica y, entonces, el equipo oncológico consideró que el deseo de embarazo de la paciente no era incompatible con el hecho de haber sufrido la enfermedad. Así, en julio de 2015 se llevó a cabo la descongelación de los ovocitos vitrificados, de los que se obtuvieron tres embriones. Dos fueron transferidos a la madre y uno de ellos evolucionó en una gestación que se ha desarrollado dentro de la normalidad. La paciente dio a luz el pasado 3 de abril en Barcelona.

La nueva técnica utilizada para la salud pública catalana, la vitrificación, es un tipo de criopreservación que consiste en una congelación ultra rápida de los ovocitos dentro de medios protectores y que, por tanto, preserva la estructura de la célula. Esto, según destaca la doctora Aurora García, adjunta del Programa de Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert y el Hospital de Sant Pau, "hace que la tasa de supervivencia de los ovocitos con este proceso sea del 90% y que suponga unas tasas de gestación del 40-45 % por cada procedimiento que se inicia”. Las otras técnicas que se utilizan actualmente ofrecen una tasa de supervivencia de los ovocitos de entre el 60 y el 70 %.

Aparte de la elevada tasa de supervivencia de los ovocitos, una de las ventajas más importante de la vitrificación es que no es necesario someter a la paciente a una intervención quirúrgica para realizar la extracción de los ovocitos, que se hace después de un proceso de estimulación ovárica. Tal como explica la doctora Susana Peón, adjunta del Programa de Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert y el Hospital de Sant Pau, es importante destacar que "la vitrificación de ovocitos aporta nuevas opciones en la preservación de la fertilidad para pacientes de cáncer, ya que se complementa con otras técnicas utilizadas y da opciones que hasta ahora no existían".

Así, si se compara la vitrificación de ovocitos con otra técnica que se utiliza para preservar la fertilidad, la congelación de tejido ovárico, hay que tener en cuenta que esta última técnica, al contrario de la vitrificación, requiere una cirugía para poder extirpar los fragmentos de ovario y, posteriormente, un injerto, es decir, someter a la paciente a una segunda operación (de los fragmentos de corteza ovárica que se habían congelado).

Es cierto, sin embargo, que la congelación del tejido ovárico no precisa un proceso de estimulación ovárica y, en cambio, la vitrificación sí. Esta estimulación puede durar entre 10 y 15 días y obliga a retrasar el tratamiento contra el cáncer. Otra de las diferencias es que, mientras que la vitrificación sólo se puede utilizar cuando la paciente ya tiene la menstruación, la congelación de tejido ovárico es la única alternativa en el caso de niñas y pre-púberes (que aún no tienen el periodo). Por tanto, la vitrificación de ovocitos y la congelación de tejido ovárico son técnicas alternativas a elegir en función del tipo de cáncer y del perfil de la paciente.

El éxito de los resultados obtenidos con la vitrificación de ovocitos abre la puerta a que todas aquellas mujeres que necesiten un tratamiento como este porqué se les ha detectado  un cáncer y cumplan las condiciones requeridas puedan hacerlo en la sanidad pública catalana. Hay que tener en cuenta, sin embargo, tal como explica la Dra. Peón, que "hay que ofrecerlo sólo a las mujeres con cáncer y en edad fértil, ya que los resultados dependerán de la reserva ovárica de cada mujer".

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