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La Seguridad, prioridad antes, durante y después de la Terapia Intravenosa en Neonatología

La búsqueda de la seguridad durante la Terapia Intravenosa en Neonatología debe llevar al personal sanitario a extremar las precauciones y emplear protocolos de actuación tan actualizados como bien estructurados.

09/05/2016

El doctor José Luis Leante Castellanos, miembro de la Unidad de Neonatología del Hospital General Universitario Santa Lucía de Murcia, señaló recientemente la Sepsis relacionada con el Catéter como uno de los problemas más graves en pacientes niños prematuros de bajo peso, observándose en un 60% de los casos. Estas ...

El doctor José Luis Leante Castellanos, miembro de la Unidad de Neonatología del Hospital General Universitario Santa Lucía de Murcia, señaló recientemente la Sepsis relacionada con el Catéter como uno de los problemas más graves en pacientes niños prematuros de bajo peso, observándose en un 60% de los casos. Estas Sepsis Hospitalarias (SNT) tiene una importancia relevante, ya que existe una incidencia de 1 de cada 4 pacientes más vulnerables (grandes inmaduros), traduciéndose en altas tasas de mortalidad y morbilidad. Teniendo también su reflejo en los costes familiares y sanitarios, económicamente hablando.

La sepsis también se llama septicemia a una infección bacteriana severa, que ataca fuertemente al sistema inmunitario del recién nacido. En los bebés prematuros, el sistema inmunitario o defensivo es más inmaduro, por lo que la septicemia debe tratarse con varios antibióticos. El mayor riesgo es que la infección invada el sistema nervioso, causando meningitis o encefalitis. La septicemia se trata dando antibióticos al bebé. Se llama sepsis o septicemia a una infección bacteriana severa, que invade el torrente sanguíneo del recién nacido. La septicemia se extiende rápidamente por todo el cuerpo del bebé, haciendo más difícil a su sistema inmunitario luchar contra los gérmenes.

Según Leante Castellanos, esto debe llevar a extremar el celo al realizar la administración intravenosa, mejorando la seguridad durante su aplicación. Seguridad que puede mejorar si se tiene en cuenta problemas como este tipo de administración conlleva una complejidad intrínseca. Que las acciones en cadena entrañan múltiples riesgos, que los rangos terapéuticos son estrechos y los eventos adversos frecuentes. En ese punto el neonatólogo aclaró que también puede haber errores en la preparación, ya que hay que hacer cálculos infinitesimales en bebés, por ejemplo, de medio kilo de peso.

Para realizar su investigación, el hospital murciano estableció indicadores que posteriormente fueron medidos, dentro de un cronograma general. La revisión fue realizada desde la evidencia, protocolizando las intervenciones, dándolas la necesaria difusión durante la implantación y el proceso de monitorización. La población elegida fueron niños prematuros con 32 semanas de vida o un peso inferior a los 1.500 gramos, siendo descartados los lactantes que hubieran experimentado “Éxitus” en las 72 primeras horas de vida.

Como conclusiones se observó que las intervenciones fueron mayoritariamente efectivas en la reducción de la sepsis hospitalaria, constatando una reducción manifiesta de la mortalidad y la morbilidad. El estudio también confirmó que la normalización de la preparación de la medicación resulta factible y práctica. Por todo ello, el uso de protocolos de infusión incrementa la seguridad. Posibilitando ciclos de mejora en el abordaje multidisciplinar y mayores tasas de adhesión a las terapias.

PIE DE FOTO        El doctor José Luis Leante Castellanos, neonatólogo del HGU Santa Lucía de Murcia

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