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Los expertos apuestan por la autonomía y el autocontrol del paciente hipertenso para evitar retrasos en el diagnóstico

Los primeros resultados del Proyecto EFIGIE-HTA demuestran la necesidad de implementar soluciones para la eficiencia en la gestión clínica y seguridad de la hipertensión.

03/05/2016

La gestión clínica actual, basada en la cultura de los protocolos cardiovasculares preventivos, debe fomentar el autocuidado del paciente hipertenso como corresponsable de su propia enfermedad y estimular su autonomía y autocontrol para evitar retrasos en el diagnóstico y favorecer el control de la hipertensión. Así lo ha afirmado el ...

La gestión clínica actual, basada en la cultura de los protocolos cardiovasculares preventivos, debe fomentar el autocuidado del paciente hipertenso como corresponsable de su propia enfermedad y estimular su autonomía y autocontrol para evitar retrasos en el diagnóstico y favorecer el control de la hipertensión. Así lo ha afirmado el doctor Alberto Galgo, médico de Familia y presidente de la Sociedad Madrileña de Hipertensión Arterial, durante el transcurso del Simposio “¿En qué nos puede ayudar mejorar la gestión clínica de la Hipertensión Arterial en la consulta?”, una sesión, organizada con el apoyo de Chiesi, en el marco de la 21ª Reunión de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA).

En su opinión, el establecimiento de una correcta gestión clínica supondría una mayor consecución de resultados en salud, con una optimización de los recursos disponibles. “Está comprobada la eficiencia de determinadas estrategias de organización de la consulta del paciente preventivo en riesgo cardiovascular, como el manejo correcto del paciente híper-frecuentador, la medicación completa coincidente con la visita de control, la potenciación de las visitas con resultados completos con actividad de control y la educación previa o la entrevista motivacional de riesgo cardiovascular”, ha explicado el Dr. Galgo.

Entre ellas, también ha hecho hincapié en el fomento de la auto-medición de la presión arterial y la autonomía del paciente, el aumento de los recursos de enfermería en tareas de alta resolución, la instauración de seguimientos telefónicos y la educación grupal específica y reiterada.

“Es fundamental organizar debidamente la consulta en hipertensión para obtener el control del paciente con el menor esfuerzo asistencial en cuanto a efectividad y eficiencia clínica”, ha subrayado el doctor Galgo. Para ello, ha aconsejado optimizar la precisión de la medida de presión arterial, evitar la inercia diagnóstica y terapéutica, implicar al paciente para lograr una mayor adherencia o alcanzar una buena coordinación entre los niveles asistenciales.

El doctor Galgo ha expuesto algunos de los datos obtenidos en el proyecto EFIGIE-HTA, realizado en 31 equipos de Atención Primaria de ámbito nacional con el objetivo de ayudar al clínico y al gestor en la tarea de obtener los mejores resultados posibles en la gestión del paciente hipertenso, haciendo un uso más eficiente de los recursos disponibles y creando una herramienta web de auto-diagnóstico para definir las áreas de mejora del centro en las que se podría intervenir para mejorar la gestión clínica.

Tal y como ha asegurado el doctor, apenas el 39% de estos equipos reconoció disponer de elementos para la toma de decisiones diagnósticas y terapéuticas entre distintos niveles y solamente la mitad de los equipos disponía de un MAPA (Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial).

Durante el Simposio también ha intervenido el doctor Domingo Orozco, médico de Familia del Centro de Salud Cabo Huertas (Alicante) y coordinador de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha identificado dos problemas que pueden convertirse en dos grandes oportunidades de mejora. “Por un lado, es preciso implementar programas de cribado de hipertensión arterial, en el que podemos actuar tanto en el nivel de evidencias como de sistemas de información”, ha explicado el doctor, que ha presentado también los resultados de uno de los últimos estudios realizados en España, concretamente en Cataluña y Navarra, que incluyeron una muestra muy amplia (370.000 pacientes revisados) y en los que en sólo el 50% de la población se había realizado el cribado de hipertensión arterial.

La segunda gran oportunidad de mejora es la comunicación con el paciente, algo que depende sobre todo de la organización de la atención sanitaria, tal y como ha advertido el doctor Orozco. Para que el paciente hipertenso alcance un buen nivel de control es preciso que esté informado, por lo que hay que fomentar estrategias en este sentido que incluyan la prescripción de páginas web. “Hay que lograr un mayor número de pacientes comprometidos y autónomos que sepan manejar su enfermedad ya que, a diferencia de las enfermedades agudas, en las crónicas la responsabilidad depende al 50% del médico y del paciente”, ha señalado el Dr. Orozco.

Por su parte, el economista Álvaro Hidalgo, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Toledo, ha abordado las implicaciones fármaco-económicas de la gestión clínica: “tenemos un sistema orientado hacia los enfermos agudos, cuando realmente tenemos que empezar a gestionar al paciente crónico, porque la cronicidad impacta claramente en el gasto sanitario. De hecho, se calcula que con las enfermedades crónicas estamos multiplicando hasta por 17 el gasto medio por paciente”.

Hidalgo ha remarcado que la crisis se ha traducido en una reducción del gasto sanitario per cápita real en España y del peso del sector sanitario en la economía, con una pérdida de 10.000 millones de euros de gasto sanitario público en cuatro años. 

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