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Daño renal, Omeprazol y otros IBPs

El uso de inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol u otros similares, utilizados como protectores gástricos, está muy extendido. Un estudio ha evidenciado que los que tomaban estos fármacos tuvieron un 50% más de problemas renales que los que no los tomaban, presentando una disminución del índice de filtración glomerular a niveles patológicos de disfunción renal.

22/03/2016

Post del Dr. Juan Sabater-Tobella / European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4) / Member of the Pharmacogenomics Research Network / Presidente de Eugenomic® En este blog vamos a comentar uno de los 10 artículos más leídos por los médicos de USA (Top ten articles of the month). El ...

Post del Dr. Juan Sabater-Tobella / European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4) / Member of the Pharmacogenomics Research Network / Presidente de Eugenomic®

En este blog vamos a comentar uno de los 10 artículos más leídos por los médicos de USA (Top ten articles of the month). El artículo en cuestión es: “Lazarus B et al. Proton Pump Inhibitor Use and the Risk of Chronic Kidney Disease. JAMA Intern Med. 2016; 176(2):238-246.”

Es comprensible el nivel de lectores del artículo, pues el uso de inhibidores de la bomba de protones (IBPs, o PPIs en USA) prescritos para evitar la acidez, como protectores gástricos, está muy extendido de tal forma que uno de ellos, el omeprazol, es el fármaco líder de ventas en España con 54.5 millones de envases vendidos en el año 2013 y en USA los usan 15 millones de personas y el coste de un año fue de 10.000 millones de dólares. Según la opinión del primer firmante del estudio Prof. B. Lazarus de la Johns Hopkins University, Baltimore, “el 70% de las prescripciones de inhibidores de la bomba de protones no están justificadas”. Estos fármacos habitualmente se prescriben asociados a anti-inflamatorios no esteroideos (AINEs) que son irritantes para la mucosa gástrica, entre ellos podemos citar la Aspirina® y el Ibuprofeno.

Los autores siguieron las historias clínicas de 10.482 pacientes de un grupo de estudio de aterosclerosis, de los cuales 312 tomaban IBPs (3,1%) que siguieron a lo largo de 13 años, además completaron el estudio con las historias clínicas de 248.751 pacientes de otro trabajo de salud. De ellos 16.900 (6.8%) tomaban IBPs. Se excluyeron todos los pacientes que en el momento de iniciar el estudio tenían problemas renales o un índice de filtración glomerular inferior a 60ml/min. A lo largo del estudio evidenciaron que los que tomaban IBPs tuvieron el 50% más de problemas renales que los que no los tomaron, principalmente disminución del índice de filtración glomerular a niveles patológicos de disfunción renal.

El mensaje es el de prudencia, cuidado con la inclusión sistemática en los protocolos de fármacos para prevenir un problema, pues a la larga pueden provocar otro. Seguir los protocolos convencionales es correcto, pero ante todo debe individualizarse cada caso, y sobre todo, tener en cuenta el conjunto de riesgo/beneficio para cada paciente.

Recordar además que el omeprazol es un sustrato de la enzima hepática CYP2C19, por lo tanto los pacientes que tienen polimorfismos del gen CYP2C19 que lo hacen metabolizador intermedio o lento, necesitarán menos dosis y los que son metabolizadores rápidos necesitarán más dosis. Si por tanto no se ajusta la dosis en los que son metabolizadores lentos, el paciente estará recibiendo “sobredosis” y toda sobredosis puede provocar efectos adversos.

Por otro lado el omeprazol es a su vez un inhibidor potente del CYP2C19, y con fármacos que tienen como sustrato primario esta enzima, al bloquear su metabolismo, o producirá efectos tóxicos o anulará su efecto terapéutico si son profármacos, como ocurre con el clopidogrel, tal y como ya lo advirtió la AEMPS en el año 2010 y que por desgracia todavía hay médicos que los siguen prescribiendo conjuntamente.

Aplicar la Farmacogenética evita muchos efectos adversos y fallos terapéuticos. No es como algunos citan que es “la Medicina del futuro”, sino que es una "Medicina para aplicarla hoy".

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