Las expectativas no se vieron defraudadas en la templada tarde de este jueves de febrero. Acudieron muy puntuales los cuatro candidatos a presidir el Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) en las elecciones que dentro de 8 días determinarán la junta directiva que se hará cargo de la corporación profesional. Tras la foto de familia en torno al presidente de la junta electoral del colegio, doctor Manuel Ballarín, el moderador del acto explicó las normas pactadas para el debate, y aceptadas por todos los rivales. El veterano periodista Ramón Sánchez Ocaña avisó que cada candidato habría de tener 5 minutos para extractar su programa electoral. Para determinar el orden de intervención se recurrió a un sorteo, resultando el doctor Juan Abarca el primero en abrir los turnos. Una vez concluidos, se procedería a leer las preguntas hechas desde el auditorio mediante cartulinas, por parte del moderador, y previa identificación de los autores de dichas cuestiones.

Dentro de su resumen programático, el doctor Abarca presentó su candidatura como la más plural, por incluir un 75% de candidatos a vocales pertenecientes a la sanidad pública y el 25% restante a la medicina privada. Junto a eso, también se propuso traer el Icomem al siglo XXI, dado el atraso en que está inmerso en materia de nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Así mismo, también aprovechó la ocasión para reiterar que los gestores de éxito que componen su candidatura son los más indicados para sacar al Icomem de su ostracismo y llevarle al lugar que le corresponde. En cuanto a las acusaciones de que su candidatura es pro-privatización de la sanidad, Abarca se defendió asegurando que su grupo HM Hospitales nunca entró a concurso de las externalizaciones. A lo que añadió asegurando que tampoco entró nunca en ese debate privatización-externalización, hasta que se cuestionó la profesionalidad y la calidad del trabajo de los médicos de la privada.

Por su parte, la doctora Ana Sánchez Atrio propuso a los médicos de Madrid apostar por la continuidad. Como miembro más sobresaliente de la actual junta directiva, ahora en funciones, la reumatóloga defendió el trabajo desarrollado estos últimos años, especialmente en favor de los colectivos médicos más castigados por la crisis. Con medidas como el refuerzo de la protección social, el teléfono de atención a médicos agredidos, las gestiones a favor de centros de salud en situación complicada o la petición de homologación de títulos para médicos no españoles. En otro momento, Sánchez Atrio también pidió explicaciones a su oponente Sánchez Chillón, de la etapa en la que tuvo responsabilidades como vocal de Atención Primaria. En el plano tecnológico, la única doctora candidata a presidir el Icomem aseguró que su junta directiva será la más indicada para introducir los cambios necesarios, ya que se han dado pasos importantes en esa dirección los últimos tiempos. De la misma forma, Atrio enarboló la bandera de la transparencia, adelantando que su legislatura, de ser elegida, servirá para promover los cambios necesarios en materia estatutaria.

Durante su intervención, el doctor Guillermo Sierra Arredondo recordó de su etapa como presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), la necesidad de que el Icomem recupere su papel de interlocutor institucional. No obstante, también afirmó que no debe tener ninguna hipoteca con fuerzas externas, ya sean empresariales o políticas. A decir esto, afirmó igualmente que hay que expulsar a todas las empresas que haya actualmente en el colegio, y establecer nuevas relaciones con los proveedores de servicios mediante concursos públicos. Sierra también aseguró que tendrá una actitud conciliadora con las otras candidaturas a las que reconoció sus buenas intenciones y con cuyos responsables acreditó su voluntad de colaborar en caso de resultar elegido presidente.

Finalmente, el doctor Miguel Ángel Sánchez Chillón se desvinculó de cualquier acusación de mala gestión en sus anteriores responsabilidades dentro del colegio, afirmando que defender una postura íntegra en el pasado le costó más de un sinsabor. En cualquier caso y, ante la posibilidad de ser elegido presidente del colegio, aseguró que todos los miembros de su junta firmarán una declaración de ausencia de conflictos de intereses, además de hacer una declaración patrimonial de sus bienes, previamente a entrar en el gobierno de la institución.

Los cuatro candidatos se mostraron partidarios de defender la sanidad pública, incluido el doctor Abarca, quien aseguró que su presidencia servirá, en caso de obtener más votos que sus adversarios, para fortalecer una entidad de derecho público que nada tiene que ver con sus hospitales privados.

PIE DE FOTO:       Los doctores Guillermo Sierra, Miguel Ángel Sanchez Chillón, Manuel Ballarín Bardají, Ana Sánchez Atrio y Juan Abarca, junto al periodista Ramón Sánchez Ocaña