Las varices no son solo una preocupación estética, sino también una preocupación médica. Las varices son dilataciones segmentarias y permanentes de las venas superficiales. Y son importantes todas, desde las más pequeñas o estéticas, como las llamadas arañas o telangiectasias, a las de mayor calibre o médicas, como las reticulares, colaterales y tronculares. Así, según explica el doctor Agustín Arroyo Bielsa, jefe de servicio de la Unidad de Angiología, Cirugía vascular y endovascular en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América, aunque para muchas personas “las varices son asintomáticas, en otras su evolución puede ocasionar problemas asociados. De hecho, las complicaciones más comunes son tromboflebitis, trombosis venosa o varicorragias, es decir, sangrados en la piel”.

El especialista también detalla que pueden producirse otros cambios en la piel, “lo que técnicamente se llama dermatoesclerosis, que consiste en un endurecimiento de la capa fibrosa de la piel”. Ésta puede observarse según el experto, porque la piel coge un color marrón,ya que “la piel pierde oxigenación y en su estadio final lo que puede suceder es que o bien de forma espontánea, o por cualquier roce, se provoque una úlcera de muy difícil cicatrización”.

En este sentido, el experto del Hospital Vithas Nuestra Señora de América apunta a que el problema de las varices es que va produciendo cambios crónicos, que no siempre son perceptibles. De ahí la importancia de acudir a un especialista, en cuanto se noten los primeros síntomas. A este respecto, es habitual que los pacientes acudan a consulta en abril o mayo, cuando se comienza a usar ropa más ligera. Sin embargo, es el invierno el mejor momento para realizar una intervención de este tipo.

“La cirugía en cuanto a las varices médicas ha cambiado mucho, y aunque las técnicas pueden realizarse en cualquier momento del año, sí que es cierto que el sol es un problema, porque puede provocar que los hematomas dejen pigmentaciones más permanentes”, apunta el doctor Arroyo Bielsa. Asimismo, el experto detalla que el mejor momento para intervenir las varices médicas o tronculares es de septiembre a junio, mientras que las varices estéticas es más idóneo de octubre a mayo. En cualquier caso, es conveniente hacer una revisión antes de la llegada de la primavera.