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El proyecto Venomics concluye con la creación de la mayor base de datos sobre toxinas

Para ello, ha obtenido, secuenciado y reproducido toxinas de 203 especies de animales venenosos de todo el mundo, desde insectos milimétricos a grandes lagartos.

19/10/2015

Investigadores europeos han presentado en París los resultados del proyecto Venomics, una investigación que, a lo largo de cuatro años, ha identificado y secuenciado toxinas de las que no había información previa, abriendo la puerta al descubrimiento de nuevos fármacos basados en sustancias venenosas. En total, el proyecto ha analizado ...

Investigadores europeos han presentado en París los resultados del proyecto Venomics, una investigación que, a lo largo de cuatro años, ha identificado y secuenciado toxinas de las que no había información previa, abriendo la puerta al descubrimiento de nuevos fármacos basados en sustancias venenosas. En total, el proyecto ha analizado muestras de venenos de 203 especies animales procedentes de todo el mundo. Esto ha permitido crear una base de datos única con más de 25.000 secuencias de toxinas, de las que 4000 han sido producidas in vitro. Este banco sintético está siendo sometido a procesos de screening para ver si tienen alguna actividad frente a dianas de enfermedades y ya hay 30 hits validados.

“Para tener acceso a esta diversidad de especies hemos combinado expediciones científicas con colaboraciones comerciales, como la establecida con la empresa AlphaBiotoxine de Bélgica”, ha señalado Frédéric Ducancel, responsable del área de Sourcing del proyecto Venomics (CEA, French Alternative Energies and Atomic Energy Commission). La otra parte del banco generado“será sometida a screening en los próximos meses. En paralelo, los hits identificados serán caracterizados por completo en términos de afinidad, selectividad, estructura y función. En función de los resultados, se patentarán estas moléculas candidatas”, ha comentado Nicolas Gilles, coordinador del proyecto Venomics e investigador del equipo de toxinas, canales y receptores de la CEA.

Este proyecto está financiado, en parte, por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea (FP7 HEALTH) y su objetivo era investigar a través de tecnologías ómicas punteras la mayor biodiversidad de venenos. De la base de datos de Venomics, 4.000 secuencias se han producido y organizado para ser sometidas a screening a través de técnicas de alto rendimiento (HTS, high-troughput screening). Pero, además, el proyecto ha demostrado el “potencial de las tecnologías ómicas” en el procedimiento de búsqueda de nuevos candidatos a fármacos. Las empleadas (proteómica y transcriptómica de novo) han reducido el tiempo necesario para identificar moléculas con actividad farmacológica. “Venomics ha acelerado este proceso de una forma exponencial permitiendo acceder a una profundidad en el estudio sin precedentes que no habría sido posible sin la aplicación de las tecnologías ómicas”, ha explicado Rebeca Miñambres, jefe del departamento de Proyectos de I+D de Sistemas Genómicos, en Valencia (España), que se ha encargado del desarrollo de la tecnología de transcriptómica de novo.

Por su parte, Renaud Vincentelli, responsable de Producción de Proteínas en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en la Universidad Aix Marseille, en Marsella (Francia), ha explicadocómo el equipo de Venomics desarrolló un nuevo protocolo que ha permitido “la producción, purificación y caracterización de 4.000 toxinas recombinantes a partir de residuos en tan solo seis meses. La mayoría de los pasos han sido automotizados y robotizados lo que explica, en parte, la mayor rapidez en la producción frente a los pipelines tradicionales. Este pipeline ha utilizado un procedimiento único, el más eficiente para la producción de pipelines de toxinas de los existentes hasta la fecha”, destacó.  

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