Bajo el nombre “Desafíos en Políticas Sanitarias en VIH/ SIDA: envejecimiento, comorbilidad y nuevos diagnósticos”,se ha celebrado el V Encuentro de Salud Pública que ha contado con la participación de destacados expertos en salud pública y que abordó  las variables que contribuyen al envejecimiento y la mejora en la supervivencia de los tratamientos para el VIH/SIDA. El acto, organizado por la Fundación Gaspar Casal, con la colaboración de Gilead, contó con la presencia de destacados representantes, tales como Peter Reiss, profesor de Medicina Interna en el Centro Médico Académico de la Universidad de Ámsterdam y Asesor del Consejo Científico de Agence Nationale de Recherches sur le Sida et les hépatites (ANRS) and the Swiss HIV Cohort Study; Jesús María García Calleja, epidemiólogo especializado en enfermedades infecciosas de la sede de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra (Suiza); y Antonio Rivero, presidente de Gesida.

Así, se puso de manifiesto que las variables que contribuyen al envejecimiento en los países desarrollados son el incremento en la edad de la infección, el mayor riesgo a ser diagnosticado tardíamente y la mejora de supervivencia atribuible a la eficacia y a la efectividad de los tratamientos para el VIH/SIDA. Un envejecimiento que lleva asociado un extra de carga de enfermedades crónicas que requerirá atender en el momento actual los desafíos de las necesidades futuras. También, las cohortes españolas empiezan a observar problemas relacionados con el envejecimiento y la cronicidad.

Este V Encuentro fue inaugurado por Carmen Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid; Elena Andradas, responsable del Plan Nacional sobre VIH/SIDA del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; y Jesús Millán, presidente del Patronato de la Fundación Gaspar Casal. Durante su intervención en la conferencia “Tendencias del VIH/SIDA en la UE y su impacto sobre el envejecimiento y las enfermedades crónicas”, el doctor Peter Reiss destacó que “los factores de riesgo tradicionales juegan un rol importante y deben reflejarse en la gestión clínica y la atención al paciente. De hecho, se observan asociaciones independientes con VIH para algunos, pero no todas las comorbilidades”. Por otro lado, en relación a los nuevos diagnósticos, la situación sigue siendo preocupante.

El cambio de conductas sexuales detectado en jóvenes que mantienen relaciones sexuales completas bajo la influencia del alcohol y las drogas de diseño, la disminución experimentada por el uso del preservativo y el aumento del número de parejas sexuales, lleva, ineludiblemente, a un mayor número de personas en riesgo de exposición al VIH/ SIDA y otras ITS. Y aunque el VIH/ SIDA ya no es una amenaza de riesgo global para la salud, tratar de alcanzar reducciones de muertes del 90% en 2030 frente a 2010 es posible, si bien son necesarios esfuerzos comunes, tal y como manifestaron los expertos.