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Los stents biodegradables, eficaces en pacientes con infarto agudo de miocardio

La investigación ha sido patrocinada por el Instituto Europeo de Investigación Cardiovascular (ECRI).

02/10/2015

El Hospital Clínic de Barcelona ha liderado un estudio multicéntrico e internacional para comparar la eficacia de dos tipos de stents, o cánulas, en pacientes con infarto agudo de miocardio. Se trata de los stents de segunda generación, recubiertos con fármacos, que impiden que se vuelva a formar tejido en ...

El Hospital Clínic de Barcelona ha liderado un estudio multicéntrico e internacional para comparar la eficacia de dos tipos de stents, o cánulas, en pacientes con infarto agudo de miocardio. Se trata de los stents de segunda generación, recubiertos con fármacos, que impiden que se vuelva a formar tejido en el interior de la arteria, y los de tercera generación o biodegradables. Los resultados, presentados en el Congreso Europeo de Cardiología de Londres, se han publicado en la revista European Heart Journal, y demuestran, en 191 pacientes con infarto agudo de miocardio de 8 hospitales de toda Europa, que la eficacia de los dos stents es similar.

Sin embargo, la ventaja de los biodegradables es que permiten que se recupere la función del vaso sanguíneo. “Actualmente estamos haciendo el seguimiento a más largo plazo con estos nuevos dispositivos, que en el seguimiento de seis meses ya han demostrado resultados prometedores. Si se confirman los datos obtenidos en este estudio preliminar estaríamos ante un cambio de paradigma en el ámbito de la cardiología intervencionista”, explicó el doctor Manel Sabaté, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínic y primer autor del trabajo.    

Los stents son un tipo de mallas tubulares que, en cardiología, se colocan en arterias u otros vasos sanguíneos para mantenerlos abiertos. Los primeros estaban fabricados con un material metálico, acero inoxidable, mientras que los actuales, denominados de segunda generación, están recubiertos con medicación que se libera de forma progresiva y que minimiza a inflamación del vaso sanguíneo o impide que vuelva a crecer tejido en su interior. Sin embargo, una nueva generación de stents la constituyen los biodegraables o reabsorbibles, que están recubiertos también con los fármacos antiproliferativos de liberación controlada y que tienen la ventaja de desaparecer al cabo de unos meses.

En el estudio se compara el uso de los stents metálicos recubiertos con un fármaco antiproliferativo, el everolimus, con unos nuevos stents formados por un material biodegradable y el mismo fármaco. Los resultados demuestran que, en un seguimiento de seis meses, con estos nuevos stents se obtienen los mismos resultados que con los mejores que hay disponibles en la actualidad, es decir, los de segunda generación.

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