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Expertos se muestran prudentes ante el trasplante fecal como tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal

Su eficacia solo ha sido demostrada científicamente para el tratamiento de la infección por Clostridium difficile.

29/07/2015

El trasplante fecal es un procedimiento mediante el cual se transfiere una suspensión líquida de heces de una persona sana, previamente tratadas y homogeneizadas, a un paciente con enfermedad inflamatoria intestinal u otras dolencias, con el fin de mejorar la calidad de su macrobiótica y restaurar las bacterias anómalas de ...

El trasplante fecal es un procedimiento mediante el cual se transfiere una suspensión líquida de heces de una persona sana, previamente tratadas y homogeneizadas, a un paciente con enfermedad inflamatoria intestinal u otras dolencias, con el fin de mejorar la calidad de su macrobiótica y restaurar las bacterias anómalas de su flora intestinal. Se trata de un proceso innovador, que puede ser clave en un futuro, para el tratamiento de enfermedades intestinales altamente limitantes. Por el momento, solo se ha demostrado su eficacia en el tratamiento por infección recurrente por Clostridium difficile.

Así, el pasado mes de junio, durante el Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), celebrado en Sevilla, se revisó el momento actual de las investigaciones sobre nuevas terapias mediante trasplante fecal y, aunque se constataron las amplias posibilidades futuras de este procedimiento, se puso de relieve la necesidad de prudencia ante la publicación de noticias sobre trasplante fecal que aparecen en Internet y en redes sociales que carecen de base científica. En este sentido, los expertos destacaron que el trasplante fecal es una nueva opción de tratamiento prometedor para la enfermedad inflamatoria intestinal.

El investigador clínico David Bernardo, especialista en Aparato Digestivo y experto de la SEPD, explicó que “en la enfermedad inflamatoria intestinal hay un reconocimiento y reacción anómala del sistema inmune a sus propias bacterias, por lo que sustituyendo esas bacterias, la enfermedad debería mejorar. Sin embargo, la solución no es tan fácil y aunque creemos en esta terapia, la investigación está todavía en fase inicial”.  

Por su parte, el doctor Xavier Aldeguer, especialista del Aparato Digestivo y experto de la SEPD, afirmó que “se trata de una idea ciertamente atractiva, que abre la puerta a la investigación de nuevas terapias, pero en la práctica clínica debemos ser muy rigurosos. El trasplante fecal nos plantea aún muchas incógnitas en cuanto a seguridad, selección de donantes y eficacia real”. De hecho, la seguridad es uno de los temas que más preocupan a los expertos, es decir, hasta qué punto a pesar de elegir donantes sanos, no cabe la posibilidad de trasmitir infecciones u otras patologías al paciente trasplantado, como por ejemplo la obesidad, dado que la flora intestinal pude ayudar a su desarrollo, u otras enfermedades inmunológicas.

En este sentido, también preocupa la identificación y selección de los donantes. Los estudios y ensayos realizados hasta el momento, se han hecho con personas sanas y normalmente familiares voluntarios del paciente, “pero no existe consenso, ni pruebas evaluables de que sean los mejores donantes. Necesitaremos desarrollar en el futuro marcadores que nos ayuden a identificar al donante correcto”, explica el doctor Aldeguer. Por último, el doctor Bernardo explicó que una de las dificultades del tratamiento son las muestras de heces del trasplante. “En el colon hay 10 veces más bacterias que el número de células totales de nuestro organismo, por lo tanto el número de bacterias en las dosis empleadas en el trasplante de heces, que normalmente es de 30 ml., puede ser del todo insuficiente”, concluyó.

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