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Fallece en el Hospital Vall d´Hebron el niño enfermo de Difteria

A pesar del excelente trabajo realizado por el equipo asistencial, y tras 25 días de lucha, el pequeño cuerpo de 6 años de Pau se rindió a los daños provocados en sus órganos vitales por las toxinas de la bacteria de la Difteria. Junto al duelo de la familia y la réplica a los colectivos anti-vacunas, cabe ahora también desarrollar estrategias para que algo similar no vuelva a suceder.

27/06/2015

Este sábado, 27 de junio, el consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, daba la triste noticia del fallecimiento del niño Pau, en el Hospital Val d’Hebron. Con el anunció llegó la consternación a los 34.000 vecinos del pueblo de Olot, municipio de residencia del menor, junto al resto del ...

Este sábado, 27 de junio, el consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, daba la triste noticia del fallecimiento del niño Pau, en el Hospital Val d’Hebron. Con el anunció llegó la consternación a los 34.000 vecinos del pueblo de Olot, municipio de residencia del menor, junto al resto del país. El niño de 6 años tenía seriamente dañadas sus vías respiratorias, su función renal era asistida de forma artificial, al tiempo que su circulación sanguínea era igualmente impulsada de forma mecánica desde el exterior de su cuerpo. De haber sobrevivido el niño, habría sido un firme candidato a un trasplante de corazón, ya que las secuelas que dejan las toxinas de la Difteria son irreversibles.

Como es sabido, la Difteria es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Curynebacterium diphhtheriae, que provoca la enfermedad en solo una parte de los casos. Ser portador de la misma no implica estar enfermo, ya que durante la crisis de las semanas pasadas se ha comprobado que había personas portadoras que, sin embargo estaban sanas. En el caso de poseer la bacteria, la vacuna también se comporta como una medida eficaz a la hora de evitar que dicha bacteria libere sus toxinas. En el caso de Pau se dio la doble circunstancia de que el niño fue contagiado sin estar protegido por la referida vacuna. El contagio se produce por la saliva o el contacto entre mucosas, sin que a día de hoy se conozca a ciencia exacta el foco original

En cuanto a la secuencia de los hechos que terminaron tristemente este sábado en la Unidad de Ciudados Intensivos del Val d’Hebron, empezó el pasado 27 de mayo, cuando los padres de Pau acudieron con él al hospital de Olot. Previamente, el menor había experimentado un cuadro de malestar general, dolor de cabeza, fiebre e ingesta dolorosa. Inicialmente, el personal pediátrico estimó que podría ser algún tipo de infección vírica de las más comunes (amigadalitis estreptocócica o mononucleosis). La sospecha de difteria surgió cuando la historia clínica del niño reveló que no había sido vacunado contra esa enfermedad. 48 horas más tarde, se confirmó el diagnóstico en el centro de Madrid al que se había enviado una muestra de Pau. En la misma situación de desprotección se localizaron otros 47 niños, afortunadamente sanos. Al igual que en el caso de otros adultos portadores de la bacteria, la rápida actuación de las autoridades sanitarias evitó nuevos casos de enfermedad. Para tratar a Pau se utilizó preparado antitoxinas procedente de Rusia, zona en la que hubo una epidemia en 1995. Con el caso del niño de Olot, la Difteria ha pasado a primera línea de la actualidad sanitaria, tras casi 30 años sin actividad.

Las primeras iniciativas políticas han venido este fin de semana desde el lado de la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña, mediante el anuncio del consejero Ruiz, quien consideró igualmente víctimas a los padres del niño fallecido, por haber sido mal informados en relación a la vacuna que hubiese evitado la muerte del niño. Por parte del Gobierno central, el ministro Alfonso Alonso, también se hizo eco del triste fallecimiento enviando un mensaje de pésame a la familia y otro de reconocimiento por sus esfuerzos al equipo del hospital que hizo todo lo que estuvo en su mano para salvar al niño. Además de ello, el Gobierno español ha propuesto que Europa cree una reserva de antitoxinas de la Difteria para poder tratar casos futuros de esta enfermedad ya que, es una enfermedad de muy extraña aparición, pero no erradicada, como se ha visto lamentablemente estas últimas semanas.

PIE de FOTO:      El consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz

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