El Dolor Irruptivo Oncológico (DIO) son unos súbitos picos de dolor de intensidad moderada a severa que resulta muy prevalente en los pacientes con cáncer. La prevalencia oscila entre el 40-80% dependiendo del tipo de cáncer, pero su enorme variabilidad y las diferentes definiciones formuladas por distintos especialistas han llevado durante mucho tiempo a su infra diagnóstico e infra tratamiento en la práctica clínica.

La III edición del Foro de Dolor TEVA que reunirá a más de 150 especialistas en este campo los próximos días 12 y 13 de junio en Madrid, “pretende plantear un marco donde abordaremos factores relacionados con la sintomatología del DIO, el tratamiento farmacológico, la atención al sufrimiento y la atención compartida. Todo bajo un prisma de abordaje integral en beneficio del propio paciente”, explica Rainel Sánchez, Director Médico del grupo TEVA.

Según la opinión del Dr. Juan Manuel Núñez Olarte, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y uno de los moderadores de la jornada, “la definición inicial se ha quedado obsoleta tras los estudios de Davies et al. Hoy sabemos que existen dos entidades clínicas diferentes dentro del DIO - el DIO incidental rápido (pico 5' y duración 45') y el DIO espontaneo lento (pico 10' y duración 60'), lo que abre la posibilidad de estrategias terapéuticas diferenciadas para cada uno. Por otro lado, la comercialización de los nuevos fentanilos rápidos de rescate para DIO ha permitido poner al alcance de los pacientes opciones farmacológicas que ofrecen analgesia eficaz y adecuada al DIO.”

En cuanto al paciente y su papel en el abordaje del DIO, la Dra. Concepción Pérez, del Hospital Universitario de La Princesa y moderadora de las jornadas, apunta que “debe empezar a tener un papel activo y no pasivo en su tratamiento. La implicación de pacientes y familias en el tratamiento del dolor es clave en su éxito. La realización de herramientas para el paciente pero testadas y ayudadas en su creación por ellos mismos es clave en el futuro éxito de las terapias. Por supuesto, los consensos son imprescindibles en el tratamiento del dolor oncológico y la existencia de consensos multidisciplinares ayudan en el mejor abordaje de la enfermedad y tratamiento de la misma.”