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El 68% de las familias europeas no puede permitirse el consumo de suficientes proteínas debido a la crisis

Un estudio señala que 2 de cada 3 encuestados considera que la investigación y la tecnología son claves para una producción de alimentos sostenible.

13/04/2015

Un nuevo estudio encargado por el Movimiento ENOUGH de Elanco y llevado a cabo por SWG, con más de 2.000 personas entrevistadas en Italia, Alemania, Francia y Reino Unido, ha demostrado que -en base a su propia percepción sobre hábitos y conductas alimentarias propias y de sus conciudadanos- el 50% ...

Un nuevo estudio encargado por el Movimiento ENOUGH de Elanco y llevado a cabo por SWG, con más de 2.000 personas entrevistadas en Italia, Alemania, Francia y Reino Unido, ha demostrado que -en base a su propia percepción sobre hábitos y conductas alimentarias propias y de sus conciudadanos- el 50% de los entrevistados manifiesta no poder seguir una dieta nutricional suficientemente variada. En particular, el pescado, la carne de vacuno y el cerdo se sitúan entre los alimentos que frecuentemente están ausentes de la dieta de la gente.

“Esta carencia no se debe únicamente a elecciones personales o gustos sino, sobre todo, viene impuesta por razones económicas”, ha señalado el Doctor Maurizio Pessato, presidente de SWG. “Las zonas más críticas son Italia y Francia. En Italia, donde la crisis económica ha tenido un mayor impacto, la percepción es que la reducción del consumo afecta a todo tipo de carnes, mostrándose una reducción más drástica sobre el consumo de carne de ternera (79% en Italia y 62% en Francia) y de vacuno adulto (78% en Italia y 68% en Francia)”.

La mayoría de los encuestados en los países europeos incluidos en el estudio considera que los hábitos y conductas de consumo han cambiado profundamente. Así, la dieta ha sido redefinada por la reducción del consumo de los alimentos más caros en favor de los que son más económicos. El acceso a la comida y su disponibilidad de manera sostenible es vista como un problema real cuyo impacto puede medirse en cuestiones de la vida cotidiana. Italia es el país donde esta percepción resulta más generalizada, con el 84% de los entrevistados apoyando esta visión.

Según el estudio, los europeos vislumbran dos caminos diferentes pero complementarios para resolver el problema, considerando tanto la responsabilidad global como individual del ciudadano. Mientras que la reducción de los desechos de comida y los planes educativos son contemplados como prioridades, también se considera fundamental el uso de las nuevas tecnologías y los cambios en los procesos de comercio. En general, 2 de cada 3 encuestados se muestran a favor de aumentar las inversiones en investigación y tecnología para hacer frente al problema de la sostenibilidad de los alimentos así como para mejorar la eficiencia de la producción de la agricultura. 

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