La XVIII Reunión de Invierno Conjunta de las Áreas SEPAR, que se celebró en Girona, contó, entre otros, con la presencia de Leopoldo Palacios, enfermero especializado en respiratorio y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), quien, en su ponencia “La enfermería en la educación terapéutica. Un horizonte aún por conquistar”, destacó que el liderazgo, el manejo de la información y los elementos de comunicación deben ser accesibles al paciente para que pueda tomar las mejores decisiones sobre su estado. “A través de la educación terapéutica tenemos que buscar la capacitación del paciente. Los profesionales sanitarios debemos adoptar un modelo de atención más humano donde la prioridad sean las responsabilidades y libertades del paciente”, señaló Palacios.

Se calcula que en España hay 19 millones de pacientes con alguna patología crónica. Asimismo, existen diferentes factores que han condicionado que las enfermedades crónicas representen el patrón epidemiológico dominante español; entre ellas, el aumento de la esperanza de vida, los avances en salud y en la atención sanitaria o la adopción de determinados estilos de vida. Las enfermedades crónicas son de progresión lenta y de larga duración e impactan significativamente en la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. Ante tal escenario, es necesario promover un cambio en los modelos de atención y en el modo de abordar las necesidades de los pacientes crónicos. Por ello, Leopoldo Palacios apunta que “se necesita un cambio en el manejo de la cronicidad que permita mejorar los índices de adherencia a los tratamientos y la calidad de vida de estos pacientes. La educación terapéutica se posiciona como una herramienta potencialmente valiosa y coste-efectiva”.

La implementación de intervenciones educativas en la práctica asistencial precisa de modelos integrados de atención a la cronicidad para lograr la continuidad y complementariedad necesarias. “Las patologías crónicas producen el 80% de consultas de atención primaria y el 60% de hospitalizaciones. Por ello, resulta crucial entender que nos encontramos ante una nueva conceptualización de la enfermedad”, asegura Palacios. De ahí que una correcta transferencia de los contenidos en salud a los pacientes permite dotarlos de herramientas para que ellos mismos ejerzan control sobre su condición. “Si deseamos que las intervenciones educativas sean efectivas necesitamos realizar un acercamiento a las vivencias particulares de cada paciente. La educación terapéutica consiste en el empoderamiento y la capacitación del paciente para ayudarlo a desarrollar sus capacidades y que pueda gestionar los recursos de los que dispone para generar o modificar hábitos beneficiosos para su salud”, concluye el especialista.