Publicidad
Publicidad

Nueva tecnología para facilitar el paso de fármacos por la barrera hematoencefálica

Pulso eléctricos de menos de medio microsegundo de duración, administrados mediante electrodos mínimamente invasivos, abren la barrera de manera reversible.

04/11/2014

La herramienta, denominada Vascular Enabled Nanosecond Pulse (pulso VEIN), ha sido desarrollada por varios centros de investigación norteamericanos coordinados por la Universidad Wake Forest – Virginia Tech y podría ser crucial en la mejora de las terapias para el glioma. La mayoría de los agentes que muestran citotoxicidad frente a ...

La herramienta, denominada Vascular Enabled Nanosecond Pulse (pulso VEIN), ha sido desarrollada por varios centros de investigación norteamericanos coordinados por la Universidad Wake Forest – Virginia Tech y podría ser crucial en la mejora de las terapias para el glioma. La mayoría de los agentes que muestran citotoxicidad frente a tumores gliales in vitro no tienen uso terapéutico porque carecen de la capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica (BBB). Los agentes osmóticos convencionales y los mecanismos vinculados a receptores tienen efectos amplios e inespecíficos que pueden resultar en efectos adversos.

Por otro lado, la apertura de la BBB mediante ultrasonidos, aunque segura y no-invasiva, presenta la desventaja de cubrir un área limitada y, por tanto, requiere tiempos de tratamiento largos en áreas de mayor tamaño. Los campos eléctricos presentan una alternativa a las modalidades químicas y acústicas. El tipo de pulso eléctrico utilizado, el bipolar, establece la diferencia entre este método reversible y el irreversible característico de la electroporación y de la electroquimioterapia, en las que el pulso es unipolar. La alternancia de la polaridad del pulso es uno de los elementos clave en el éxito del pulso VEIN porque ayuda a eliminar las contracciones musculares y la necesidad de bloqueo neuromuscular. La naturaleza sub-letal de estos pulsos indica que esta técnica puede ser también útil en el tratamiento de otras enfermedades neurológicas como el Parkinson y la epilepsia, en las que algunas terapias que han mostrado eficacia en modelos experimentales han fracasado en clínica. Los investigadores indican que en el futuro será posible llevar a cabo este procedimiento con el paciente bajo sedación consciente.

Publicidad
Publicidad
Nuestros Podcasts