Tomar la decisión de invertir tus ahorros en un proyecto cuyos impulsores no conoces personalmente y del que, además, no tienes la total certeza de que tenga 100% de éxito, no es una tarea fácil, nunca lo ha sido. Sin embargo, el nacimiento de un nuevo sistema de financiación como es el crowdfunding ha permitido romper esas barreras que hacían que personas con disponibilidad económica y con ganas de hacer cosas no tuvieran acceso a nuevas propuestas.

Si analizamos bien, seguro que conocemos a mucha gente que cumple este perfil: tengo un dinero y no sé qué hacer con él. La mayoría de estas personas nunca antes han tenido experiencias en el mundo de la inversión y, probablemente, jamás se han planteado la posibilidad de multiplicar su dinero con una vía alternativa a lo que puede ser un plazo fijo o cualquier otro producto bancario.

Manel Raga es una de esas personas que ha descubierto un mundo en esto del crowdfunding por inversión y decidió hacer su apuesta por Iproteos, primer proyecto de investigación científica financiado por crowdfunding en España. “Me decidió el objetivo de apoyar la investigación en nuestro país. En un momento en que ni los poderes públicos ni las grandes empresas apuestan por la investigación, considero que todos los particulares que puedan deberían aportar su granito de arena”. Durante la presentación de Iproteos en Barcelona, Manel Raga tuvo la oportunidad de conocer a la propulsora del proyecto en el que había invertido sus ahorros, Teresa Tarragó, quien sin duda cree que “este camino es útil para conseguir iniciar proyectos y conseguir resultados que despierten el interés de empresas farmacéuticas e inversores.” 

Para optar a este tipo de financiación colectiva, uno de los factores más importantes es la capacidad de confianza que el pequeño inversor es capaz de depositar en el proyecto. Para ello, Manel Raga aconseja “buscar un proyecto primero con el corazón y después seguirlo con pasión, defenderlo, hacer difusión, en pocas palabras, implicarse a fondo y dar todo el apoyo a los investigadores”. Sin embargo, en España este sistema de microinversión “es todavía muy desconocido para proyectos biotech y existe la creencia de que no funcionará en nuestro país”, asegura Tarragó, que, por otro lado, se muestra orgullo de que estén “demostrando que es posible y que es una vía de financiación útil”. Iproteos ha levantado ya más del 50% de la inversión y prevén cumplir el objetivo durante las dos próximas semanas que quedan de campaña, “de este modo proyectos que tendrían dificultades para obtener financiación por los métodos más tradicionales verán que el crowdfunding es una salida alternativa y positiva”. 

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