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Fumar marihuana provoca diversos síntomas respiratorios

Según un estudio publicado en “Archivos de Bronconeumología”, la revista científica de SEPAR, consumir esta substancia de manera regular aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón y se asocia a patologías como la enfermedad bullosa, el enfisema, el neumotórax o el neumomediastino.

19/02/2018

El consumo de marihuana a dosis altas y moderadas produce diversos síntomas respiratorios y es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón. Además, se han descrito casos de otras patologías respiratorias como la enfermedad bullosa, el enfisema, el neumotórax o el neumomediastino relacionados con el consumo ...

El consumo de marihuana a dosis altas y moderadas produce diversos síntomas respiratorios y es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón. Además, se han descrito casos de otras patologías respiratorias como la enfermedad bullosa, el enfisema, el neumotórax o el neumomediastino relacionados con el consumo de marihuana en pacientes jóvenes, según una revisión de la literatura médica disponible y recogida en un artículo especial publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica oficial de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

La inhalación de marihuana se ha asociado además a un aumento de síntomas respiratorios como tos, disnea y esputo, así como a un empeoramiento del asma en los fumadores habituales de marihuana, con o sin el uso de tabaco concomitante, en comparación con no fumadores. También se ha relacionado con ronquera y faringitis y se ha visto que los usuarios de marihuana acuden con mayor frecuencia a los servicios de urgencias, al presentar alguno de estos síntomas respiratorios. Esta mayor frecuentación a los servicios de urgencias se ha observado especialmente en el caso de los pacientes asmáticos.

"El daño que puede ocasionar el consumo de marihuana sobre el aparato respiratorio merece un profundo análisis, no solo por las implicaciones sanitarias derivadas de la elevada prevalencia de consumo ilegal, sino porque se propone actualmente su uso medicinal y recreativo en varios países", destaca el Dr. Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente electo de SEPAR y uno de los firmantes de este artículo especial.

La marihuana es la droga ilícita más consumida en el mundo. La consumen entre 120 y 150 millones de usuarios y la prevalencia de su consumo se sitúa entre el 2,6 y el 5% de la población mundial adulta, destacan los autores del estudio respecto a la magnitud del problema.

Los componentes del humo por la combustión de esta sustancia son similares a los producidos por la combustión del tabaco, pero difieren en la sustancia psicoactiva y en la práctica de fumar. Esta droga se puede consumir en diferentes formas y vías, siendo la más popular el fumarla como hierba marihuana o resina de cannabis hachís. También se puede inhalar como vaporizadores, ingerirla y aplicarla sobre la piel o las mucosas.

A diferencia del tabaco, se fuma mediante bocanadas más largas y de mayor volumen de inhalación, conteniendo la inspiración por varios segundos. Por lo tanto, los fumadores de marihuana retienen cantidades de alquitrán y monóxido de carbono (CO) entre 3 y 5 veces mayores respectivamente que al fumar tabaco.

Puesto que la marihuana generalmente se fuma sin filtro, la concentración de partículas en las vías aéreas es cuatro veces mayor que al fumar tabaco y la forma de fumar genera temperaturas más altas modificando procesos bioquímicos y la producción de numerosas sustancias. Además, se mezclan cánnabis y tabaco, no solo por la coexistencia de adicciones, sino porque aumenta la oferta de THC (molécula lipofílica con una rápida absorción en el pulmón, rápida llegada a la sangre y responsable de los efectos psicotrópicos de la marihuana), con mayores efectos psicoactivos si se compara a fumar solo cánnabis, señalan los autores del estudio.

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