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Un estudio evidencia las desigualdades de la producción científica entre países en materia de salud

Investigadores del Grupo de Investigación sobre Desigualdades en Salud GREDS-EMCONET de la UPF concluyen que los países ricos dominan de manera clara la producción científica, pero que hay que conocer mejor los determinantes estructurales de las desigualdades.

16/02/2018

La actual evidencia científica muestra con claridad las fuertes desigualdades en salud existentes entre y dentro de los países. Muchos estudios han puesto de relieve la necesidad de fortalecer la producción científica y el uso de la investigación internacional sobre desigualdades en salud, con el fin de ayudar a realizar ...

La actual evidencia científica muestra con claridad las fuertes desigualdades en salud existentes entre y dentro de los países. Muchos estudios han puesto de relieve la necesidad de fortalecer la producción científica y el uso de la investigación internacional sobre desigualdades en salud, con el fin de ayudar a realizar intervenciones efectivas que mejoren la situación actual, muy inequitativa.

Sin embargo, hasta ahora la mayor parte de la investigación se ha realizado en los países más ricos, sin que aún haya una visión global que permita conocer cuál es la evolución y la distribución de la producción científica mundial sobre desigualdades en salud según la región, la riqueza del país, y el tipo de colaboración científica entre el personal investigador.

Para hacer frente a este reto, el estudio Inequalities in global health inequalities research: A 50-year bibliometric analysis (1966-2015), con la participación de tres investigadores del Grupo de Investigación en Desigualdades en la Salud (GREDS-EMCONET) de la UPF, ha hecho un análisis bibliométrico en salud durante medio siglo (1966-2015). exhaustivo de la producción científica mundial sobre desigualdades

El estudio, publicado en la revista PLOS ONE este enero de 2018, concluye que se hace necesario conocer mejor los determinantes estructurales de estas desigualdades en la investigación sobre la desigualdad en salud, así como las capacidades de investigación de los países. De este modo, se podrá fortalecer la evidencia que ayude a apoyar la agenda de investigación y de acción política con la que conseguir una mayor equidad global en el ámbito de la salud.

El estudio ha sido realizado por un grupo de cuatro investigadores, entre los que se encuentran tres miembros del Grupo de Investigación en Desigualdades en la Salud (GREDS-EMCONET) del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF: Lucinda Cash-Gibson, primera autora del artículo; Joan Benach, director del grupo de investigación, y Juan M. Pericàs. El autor restante es Diego F. Rojas-Gualdrón, profesor de la Universidad CES de Medellín (Antioquia, Colombia). Se trata de una nueva línea de investigación que lleva a cabo Lucinda Cash-Gibson, y sobre la que está haciendo su tesis doctoral, dirigida por Joan Benach.

Para llevar a cabo su estudio, los investigadores utilizaron la base de datos Scopus, análisis de regresión joinpoint (que permite caracterizar una tendencia mediante segmentos lineales a escala logarítmica) y mapas de visualización de redes. Teniendo en cuenta la filiación de los autores, contribuyeron a la producción científica global un total de 159 países, tres veces más que los países estudiados con anterioridad al período analizado.

La producción científica sobre desigualdades en salud ha crecido exponencialmente en las últimas cinco décadas, con varios momentos de cambio y un gradiente visible de producción según la riqueza de los países. Los países de ingresos más altos, especialmente los países anglosajones y europeos, dominan de manera muy clara tanto lo que es el primer autor como las coautorías, y conforman el núcleo fundamental de redes globales de investigación colaborativa, mientras que el conjunto de países empobrecidos del Sur se encuentra en una situación periférica.

La existencia de varias excepciones, sin embargo, sugiere que las causas de las desigualdades en la investigación y las posibles dependencias subyacentes entre los autores son más profundas que una simple diferencia en la riqueza o en el idioma de cada país. Si bien la evidencia sobre este tema ha ido en aumento, la desigualdad global en la investigación entre el Norte y el Sur es muy fuerte y en bastantes casos ha aumentado.

 

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