Desde que se fundara en 1898, la institución colegial ha cumplido con la tarea esencial de actuar como instrumento de reivindicación de la actividad médica y del ejercicio desarrollado por los distintos profesionales. "Siempre hemos tenido claro que nos debemos a nuestros colegiados y a los diversos colectivos médicos. Nuestra finalidad es ejercer como foro donde se reúnan y expresen sus opiniones, sus reclamaciones, etc., para buscar la excelencia en la praxis médica y el avance en las condiciones de trabajo", afirma Alejandro Braña, presidente del Colegio de Médicos de Asturias.

Médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología y Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Central de Asturias, revalida por segunda vez su cargo al frente de la entidad con una premisa clara de servicio público. "Los Colegios de Médicos son corporaciones necesarias para la regulación ordenada de la actividad médica de acuerdo con las normas éticas y de calidad exigibles a las que la sociedad tiene derecho". Como parte de esta labor, el COM de Asturias ofrece una serie de servicios al colegiado, entre los que destacan la asesoría jurídica, la asesoría fiscal o la sede de sociedades profesionales.

Necesidades urgentes

Entre las principales demandas del colectivo está la reivindicación de un empleo estable y de calidad que permita el desarrollo correcto de la labor profesional. "Puede parecer una utopía, pero es un objetivo que debemos tratar de alcanzar, porque solo así tendremos una medicina de calidad", advierte Alejandro Braña.

Dentro del paquete de medidas a aprobar, el COM de Asturias reclama la adopción de instrumentos que garanticen la sostenibilidad de la salud pública a largo plazo. "Es una de nuestras mayores reivindicaciones, ya que resulta prácticamente imposible su viabilidad en el futuro. Entre los principales retos se encuentran el envejecimiento de la población y la cronicidad, cuestiones que lastran cada vez más nuestro sistema sanitario universal y gratuito financiado íntegramente a través de impuestos". Según el presidente del Colegio de Médicos de Asturias, urge realizar un análisis realista de la situación para lograr un pacto por la Sanidad que proteja la sanidad pública, gratuita y universal.

Mayor colaboración

En este sentido, el colectivo asturiano apuesta por una mayor colaboración entre la sanidad pública y la privada. "Nos mostramos totalmente a favor de que haya una coexistencia pacífica entre la salud pública y privada. Somos partidarios de utilizar todos los medios a nuestro alcance para dar satisfacción a las necesidades asistenciales de nuestro pacientes", declara, y continúa: "Sanidad Privada y Sanidad Pública deben ser complementarias, y hay que buscar las fórmulas para que esta colaboración coordinada se produzca".

También Asturias es sensible al copago. "Consideramos que se trata de una medida injusta y social. Es cierto que la actividad hospitalaria necesita ser regulada entre otras cosas para controlar su sobreutilización que provoca una excesiva sobrecarga asistencial con consecuencias en la calidad del servicio prestado. Un ejemplo es el incontrolable crecimiento de las listas de espera, hecho lamentable e intolerable. Sin embargo, esta regulación jamás deberá estar basada en medidas como el copago".

Mejores condiciones laborales

Una de las mayores preocupaciones es el cumplimiento de la normativa de la UE en materia de contratación del personal sanitario –cuestión que llegó a los tribunales europeos– o la polémica desatada a raíz del Cupo Vasco que desvela las desigualdades entre las distintas regiones de España en las competencias de sanidad, educación y servicios sociales.

En referencia a la sentencia que dictó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el presidente del Colegio de Médicos de Asturias opina: "Viene a revalidar una práctica que se da en España que infringe las normas laborales europeas. Este es un asunto en el que tanto los Colegios de Médicos como los sindicatos –y, por supuesto, la OMC– venimos insistiendo de manera reiterada desde hace años", advierte, y concluye: "La contratación temporal de trabajadores para atender necesidades de duración limitada es una cosa, y otra muy distinta es el abuso que supone la contratación temporal para atender necesidades permanentes".